Cuando se te había colocado de nueva forma en el patíbulo, acusándote de indolente, de conformista y se te lanzaban cualquier tipo de improperios por tu bajo desempeño, saltó tu técnico Eusebio Sacristán y con envidiable elegancia y pulcritud señaló: “Vela es un jugador desequilibrante y trabajador” .
Estoy cierto que para los actuales Eusebio, tu nombre podría sonar hueco y sin glamour. Pues bien, a mi me tocó enfrentarte múltiples veces, fuiste un genio de la pelota cuando jugabas con el Barcelona, ese afamado y aplastante ‘Dream Team’ comandado por Johan Cruyff. Y debo decir que eras como Karpov o Kasparov, eras un perfecto ajedrecista, un intelectual, un cacumen en movimiento, si bien los nombres de esa extraordinaria época como Koeman, Guardiola, Bakero, Romario, Laudrup, Stoichkov, Goikoetxea y demás, resultaban más seductores que el tuyo, en el once inicial del prodigioso holandés, siempre, reitero, siempre, aparecías tú Eusebio Sacristán.
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