Trofeo Copa Confederaciones: Imperial

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Opiniones, análisis y puntos de vista de los principales columnistas deportivos de RÉCORD. Entérate de lo que piensan los expertos del futbol mexicano y más.

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La vida y la pelota de futbol han sido sumamente generosas conmigo, lo digo con total conciencia y gratitud. Cada día que pasa identifico con suma claridad que soy un hombre muy afortunado. Mis largos años como futbolista me compraron un boleto y me dieron cabida en un oficio de comunicador, el cual gozo como escuincle.  

Y el miércoles por la noche fue otra explícita muestra de ello, en escasas semanas tuvimos la fortuna de tener y observar de cerca varios fabulosos trofeos, el de la Champions y el de la Copa del Mundo. Y tocó el turno del trofeo de la Copa Confederaciones, sin restarle un ápice valor al mismo, sería burdo, ya que tuve la fortuna de jugar un par de ocasiones por dicho trofeo, me quedo por mucho con su embajador.

Tú, Sergio Goycochea, me resultaste una fascinante revelación, en el tópico deportivo tu monumental influencia es por todos conocida, un espléndido arquero que con sus cábalas y capacidades tuvo una brutal resonancia en la selección de Argentina. Nos contaste sobre aquella generación que ganó la Copa América de 1991, la cual había sufrido una profunda depuración después de los gratísimos pasajes de 1986 a 1990.

Nos hablaste que a diferencia de la actualidad, dicha selección estaba conformada en su mayoría, por no decir en su totalidad, por futbolistas que concursaban en el futbol argentino. Dijiste que tus mejores entrenadores habían sido Alfio Basile, por su cercanía y buen trato con el jugador, y Carlos Bilardo, por su obsesión y conocimiento, aunque decías que era de los que ponía una clara barrera entre el jefe y el subordinado.

Nos confiaste tu sentir sobre que durante varias gestiones de entrenadores durante la época contemporánea que habían dirigido a tu selección, la plantilla había sido casi la misma, por lo que ‘asumís’ que la solución no radicaba en el banquillo, era en la cancha.

Señalaste que tu opción para cabecilla del vestidor era Diego Simeone, pero que lo conocías bien, y que en principio no dejaría tirado al Atlético de Madrid, pero sobre todo que si no tenía absoluto control y empezaba un proyecto desde sus cimientos, jamás pensaría en involucrarse.

Pero lo mejor de la noche fue conocer tu faceta de figura mediática, no dejaste de bromear con elegancia, inteligencia y salero, nos dijiste que en la televisión se tiene la obligación de entretener, no importaba de qué disciplina se tratara. Tomaste control del set y del programa de Los Protagonistas y nos partiste de risa todo el tiempo, aun cuando en una de las preguntas que trataba sobre tu carrera te hayas equivocado de manera grosera.

Fue de esas noches en donde nos fuimos a dormir con una amplia sonrisa por lo bien que lo pasamos, ya que nos topamos con una fascinante fusión de un genio de la pelota y un encantador personaje digno de cualquier medio de comunicación. Incluso estamos maquinando cómo lograr una mancuerna con nuestro capo Jorge Valdano para que nos acompañes a Rusia 2018 con Azteca Deportes.

Que sigan viniendo los trofeos de honorables competiciones, pero que sigan siendo traídas por embajadores de la envergadura deportiva e intelectual como la tuya, Sergio Goycochea, fue un honor, pero mucho más placer conocerte.