Estamos a una semana del mejor domingo del año, el Super Bowl 50, y mientras todos nos lamemos los bigotes con todo lo que un Super Tazón conlleva (carne asada, reunión con los cuates, cervezas, apuestas, show de medio tiempo y muchas emociones) hay algunos tópicos de conversación que terminarán cansando a más de uno. ¿No me creen?
Peyton Manning está acabado
Sí, sí. La presente ha sido la PEOR temporada regular en sus 18 años de carrera. Nueve touchdowns y diecisiete intercepciones no se ven nada bien en las estadísticas, ya no digamos de Peyton Manning, sino de cualquier QB titular de la NFL. Sin embargo, Manning dejó de ser el protagonista de estos Broncos, para ser un actor más. Arropado por una gran defensiva y un eficiente juego terrestre, Peyton ha logrado una Postemporada perfecta, sin entregas de balones, y haciendo las jugadas exactas en el momento necesario. Así que olvidemos esta conversación, pues no hay mejor muestra de que el Super Bowl es un juego aparte, que justamente la fatídica actuación de Peyton Manning hace dos años, cuando tras romper todos los récords y lanzar para 55 touchdowns en una temporada, terminó haciendo el ridículo en el gran juego frente a los Halcones Marinos de Seattle.
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