El aumento al precio del pasaje en la Ciudad de México significará un golpe al bolsillo de los usuarios que a diario utilizan el transporte público para llegar a su destino.
Sin embargo, al menos en teoría, también debería traducirse en unidades más limpias, con cámaras de seguridad, GPS, chóferes uniformados y mejor servicio, ya que esas fueron las condiciones impuestas a los transportistas para autorizar el alza.
Desde el pasado 2 de noviembre, el transporte público concesionado en CDMX está autorizado a cobrar $1.50 pesos más por viaje, logrando así un incremento al pasaje que, según los transportistas, les permitirá cubrir los aumentos en combustibles, mantenimiento, sueldos y permisos de operación.

Nuevas tarifas por tipo de servicio
Microbuses y vagonetas
- Primeros 5 kilómetros: $7.50 pesos
- De 5 a 12 kilómetros: $8.00 pesos
- Más de 12 kilómetros: $9.00 pesos
Autobuses de corredores
- Primeros 12 kilómetros: $8.50 pesos
- Más de 12 kilómetros: $9.50 pesos
Autobuses de corredores (tarifa única)
- Tarifa diurna: $9.50 pesos
- Tarifa nocturna (de 23:00 a 06:00 horas): incremento del 20% sobre la tarifa diurna correspondiente.

Las condiciones impuestas por la SEMOVI
Para que este aumento al pasaje fuera autorizado, la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) de la Ciudad de México estableció una serie de condiciones obligatorias para que las unidades ofrezcan mejor calidad, limpieza y seguridad a los pasajeros.
De acuerdo con una lista publicada por Héctor Ulises García, titular de la SEMOVI, las unidades de transporte público deberán cumplir con los siguientes puntos:
- Licencia de conducir tipo C vigente y visible.
- Retirar vidrios polarizados.
- Contar con seguro de responsabilidad civil vigente.
- Exhibir número de placa en la unidad.
- Cumplir con revisiones de luces, puertas, llantas, frenos y pasamanos.
- Correcto funcionamiento de cámaras, botones de auxilio y GPS.
- Uniforme obligatorio para conductores (pantalón oscuro y camisa blanca).
- Unidades limpias y en buen estado.
- Participar en capacitaciones impartidas a los operadores.
- Cumplir con el Reglamento de Tránsito y la Ley de Movilidad de la CDMX.

Plazo de adaptación y sanciones
La SEMOVI informó que los transportistas tendrán una o dos semanas para adaptar sus unidades a las nuevas normas.
De no cumplir, podrán recibir sanciones que van desde multas económicas hasta la suspensión del servicio.
Asimismo, los conductores o rutas que cobren más del pasaje autorizado podrán ser multados con cantidades que van de $5,000 a más de $60,000 pesos.

En caso de reincidencia, los responsables podrían perder su concesión o permiso de circulación.




