El primer día del Corona Capital 2025 fue una cátedra de nostalgia rockera. Las guitarras distorsionadas, las voces emblemáticas y los hits atemporales dominaron la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez, donde 65 mil de asistentes confirmaron que el rock sigue vivo… y bien fuerte.
La fiesta comenzó con los australianos de Jet, que con su sonido crudo hicieron bailar a todo mundo. El clímax llegó cuando sonó el riff inconfundible de ‘Are You Gonna Be My Girl’, provocando brincos, gritos y muchas historias de Instagram.

Luego, la escena viajó a los 90: 4 Non Blondes subió al escenario con Linda Perry al frente. El momento cumbre fue inevitable: ‘What’s Up?’ sonó y fue, sin discusión, la canción más coreada del día. Nadie se resistió a gritar “what’s going on?”.

Shirley Manson sigue siendo la reina
Garbage tomó el escenario secundario como si fuera el principal. Shirley Manson, con su voz intacta y su estilo inconfundible, puso a cantar a miles con ‘Cherry Lips’, ‘Stupid Girl’ y ‘Only Happy When It Rains’. El escenario parecía pequeño para la energía que ahí se concentró.
La noche caía y el ambiente subía. Franz Ferdinand desató la locura con temas como ‘Curious’, ‘This Fire’ y ‘Take Me Out’. Alex Kapranos demostró que el carisma escocés se traduce en conexión total con el público, que no paró de cantar y brincar.

Slam, cerveza y pura potencia
Entonces llegó el turno del rock sucio y salvaje con Queens of the Stone Age. Su vocalista Josh Homme lo dejó claro: “Es hora de bailar y de tomar”, y el slam no se hizo esperar. Temazo tras temazo, el grupo desató una avalancha de energía pura.

Para cerrar el día, la cereza en el pastel: Foo Fighters. Con Dave Grohl al frente, el público vibró, gritó y lloró de emoción. ‘The Pretender’, ‘My Hero’, ‘Everlong’… cada rola era un golpe directo a la nostalgia y al corazón rockero.
Durante dos horas, la banda regaló uno de los mejores cierres en la historia del Corona Capital, donde la cerveza volaba por los aires, los celulares grababan sin parar y las gargantas se dejaban en cada coro. Porque los clásicos no mueren… se corean con más fuerza que nunca.





