Lo que comenzó como una grabación casual durante un concierto de Coldplay en el estadio Gillette de Boston, terminó por convertirse en uno de los momentos más virales del año. El video en el que una pareja aparece besándose durante la tradicional “kiss cam” desató polémica global cuando se supo que ambos protagonistas Andy Byron y Kristin Cabot estaban casados con otras personas.
La responsable de la grabación fue Grace Springer, quien publicó el clip en su cuenta de TikTok, sin imaginar el alcance que tendría. En entrevista con el programa británico This Morning, aclaró que no ha recibido beneficios económicos por su publicación.

“En realidad, no he ganado dinero ni con el video ni con las visualizaciones. No está monetizado”, afirmó Springer.
Tras la difusión del video, que superó las 120 millones de reproducciones, el caso generó repercusiones laborales y personales. Andy Byron, CEO de la empresa tecnológica Astronomer, fue suspendido de su cargo, mientras la compañía inició una investigación interna. Cabot, directora de Recursos Humanos en la misma firma, también ha estado en el centro del escrutinio público.
Coldplay accidentally exposed an alleged affair between Astronomer CEO Andy Byron and his colleague Kristin Cabot at one of their recent concerts. pic.twitter.com/hsJHV2u5UM
— Pop Base (@PopBase) July 17, 2025
Springer expresó que nunca pensó que la publicación pudiera afectar a terceros, y lamentó las consecuencias:
“Siento mucho lo que esto ha causado a la esposa de Andy, Megan, y a su familia… si no lo hubiera subido yo, alguien más lo habría hecho”.
El caso también ha reavivado el debate sobre el uso de imágenes en espacios masivos. Especialistas en derechos de imagen han señalado que, aunque se trate de lugares públicos, los asistentes no siempre otorgan su consentimiento para que sus momentos íntimos sean expuestos en redes sociales. Sin embargo, otros argumentan que al asistir a espectáculos de este tipo, las personas asumen ese riesgo.





