Demian Bichir no sólo le presta su rostro y talento a Teléfono Negro 2, la nueva cinta de terror de Scott Derrickson. También carga consigo un mensaje: la defensa de la comunidad latina que, como en la película, corre, se esconde y lucha por sobrevivir a algo más que una entidad sobrenatural.
“Yo siempre he dicho que el terror debería existir sólo en la ficción, no allá afuera”, afirma tajante el actor nominado al Oscar. “Somos más los buenos, los muchos que apostamos por la unidad, la importancia de la familia, del amor, la generosidad”.
En entrevista con los medios, el también director y productor destaca que la industria fílmica estadounidense ha comenzado a reconocer el talento latino. Él es prueba viva de eso. Y también su personaje, ‘Armando’, un hombre marcado por su pasado, pero con el corazón intacto.
“'Armando' es este ser valiente, con determinación a prueba de todo, eso es lo que somos los mexicanos, esa nuestra esencia”, dice con orgullo en la premier de la cinta en México.

Demian Bichir defiende a la comunidad latina
“Nosotros tenemos más que ver con esta frase del himno estadounidense que dice ‘la casa de los valientes’, esa es la sangre de toda la gente que deja sus hogares, dejan todo atrás para conquistar una vida mejor para sus familias, eso es valentía”, expuso.
La película, que retoma el universo del Teléfono Negro original, se mueve entre el horror psicológico y la lucha por la redención. Para Bichir, este nuevo capítulo también sirve como una metáfora de la realidad.
“Así es como somos los mexicanos, los latinos y la mayor parte de los seres humanos, sólo hay un par de tontos ahí que quieren echar a perder el día”, reflexiona. “Y precisamente si algo está generando esta película es eso, que nos está dando este recordatorio de que unidos somos más fuertes”.

El cine una ventana para visualizar problemas sociales
Consciente del clima político que enfrentan muchos migrantes en Estados Unidos, Bichir asegura que el cine puede ser una vía para alzar la voz y fortalecer el espíritu.
“Las nuevas generaciones van a transformar todo esto”, sentencia. “Somos más los buenos, los que apostamos por la paz, por la justicia, por la empatía, no tengo duda de que lo vamos a lograr, exactamente como ocurre en la historia”.





