Juan Carlos Sánchez Blas, estudiante del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT) 7 “Cuauhtémoc” del Instituto Politécnico Nacional (IPN), falleció tras la explosión de una pipa en Santa Martha, Iztapalapa. Tenía 15 años y cursaba su primera semana de clases.

El saldo del siniestro ha sido devastador: ocho personas fallecidas y 94 heridas, entre ellas decenas en estado crítico o delicado. Autoridades capitalinas informaron que 22 lesionados permanecen en condición muy grave, seis más en estado grave y 39 fueron reportados como delicados, mientras que 19 lograron recibir el alta médica en distintos hospitales. Además de las pérdidas humanas, la explosión provocó daños materiales considerables, con al menos 18 vehículos afectados y decenas de familias damnificadas.
La noticia del fallecimiento de Juan Carlos ha causado profunda consternación en la comunidad politécnica. El IPN publicó una esquela oficial en la que lamentó la pérdida de su alumno y envió un mensaje de solidaridad y acompañamiento a la familia, a sus compañeros y a todo el CECyT 7.
La muerte de Juan Carlos, quien apenas iniciaba su vida académica en el Politécnico, ha puesto un rostro al dolor de una tragedia que no se mide solo en cifras. Su partida enluta a una familia, a una generación de estudiantes y a una comunidad educativa que exige justicia y medidas más estrictas para el transporte de sustancias peligrosas en zonas habitadas. La memoria del joven se convierte en un llamado urgente a evitar que hechos como este vuelvan a repetirse.




