Frente a la creciente preocupación por los hechos de violencia y amenazas en algunos planteles, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ya puso manos a la obra. El rector Leonardo Lomelí Vanegas detalló las líneas de acción que se estarían aplicando para garantizar un retorno seguro a las actividades presenciales.
¿Qué está haciendo la UNAM?
La estrategia se basa en tres ejes inmediatos: denunciar, evaluar y definir. Primero, cualquier facultad, escuela o instituto que reciba amenazas debe informar de inmediato a la Secretaría de Prevención, Apoyo a la Movilidad y Seguridad Universitaria, que a su vez contacta a las autoridades de seguridad pública para coordinar las revisiones necesarias.
Al mismo tiempo, se notifica a la Oficina del Abogado General para levantar las denuncias correspondientes.

¿Suspensión de clases? Solo si es necesario
De acuerdo con el rector, cada director o directora podrá convocar a su Consejo Técnico para valorar si las actividades académicas deben pasar temporalmente a formato en línea. Esta decisión se toma mientras se revisan los protocolos y se presentan las denuncias correspondientes.
El regreso presencial también dependerá del mismo órgano colegiado, que deberá confirmar que ya existen condiciones de seguridad adecuadas para reanudar actividades en los planteles afectados.
La comunidad, al centro
Además de los protocolos, la UNAM está apostando por acciones integrales. Entre ellas, incluir a la comunidad universitaria en la toma de decisiones, a través de consultas internas y las comisiones locales de seguridad. Según la UNAM, esto permitirá impulsar mejoras reales en cada espacio académico.

También se anunció que habrá más patrullajes y vigilancia, especialmente en el nivel bachillerato, donde incluso madres y padres de familia colaborarán voluntariamente con los monitoreos.
Apoyo emocional reforzado
La UNAM también fortalecerá sus programas de atención psicológica y emocional, para llegar a más personas y ofrecer un mejor seguimiento. Para ello, se coordinarán esfuerzos con el gobierno federal, la Ciudad de México y autoridades estatales.
Y como parte del plan de retorno, se reactivarán cursos, talleres, actividades culturales y deportivas, pensadas para reconstruir el tejido comunitario que tanto distingue a la Máxima Casa de Estudios.





