AGENCIAS | ROMA
Parece que la relación amistosa entre el técnico Luis Enrique y Francesco Totti, por el bien de la Roma, va a durar menos tiempo de lo esperado, pues parece que la gota que derramó el vaso del ‘Il Capitano’ fue su suplencia en el partido del pasado jueves ante el Slovan Bratislava por la Europa League, choque que los romanos perdieron 1-0.
Había una gran expectativa en Trigoria, en la vuelta al trabajo de los Giallorossi después del día libre concedido por el entrenador asturiano, para apreciar la posible reacción de Totti, que no estuvo contento con los 18 minutos que jugó en Eslovaquia.
Como era de esperar, el ‘10’ desafió a su entrenador al ser el primero en llegar al entrenamiento el viernes vestido con una camiseta que decía en letras gigantes: "Basta”. Una evidencia tan real que demuestra que, una vez más, Totti no tiene una relación amigable con el técnico de turno.
Esto da una idea que Totti siempre ha tenido una relación de amor y odio con todos los técnicos que han pasado por el banquillo del club romano en los últimos 17 años. Claudio Ranieri, Zdenek Zeman, Luciano Spaletti, Fabio Capello y Carlo Mazzone son los últimos que han ocupado la banca de los capitalinos y ninguno de ellos se ha salvado de tener algún roce con el ídolo de la afición romana.
A pesar de ser el primero en llegar al centro de entrenamiento, Totti no salió a ejercitarse con el resto de sus compañeros y fue el único de los jugadores que se dedicó a trabajar en el gimnasio, a pesar de no demostrar ninguna dolencia, ya que terminó bien el choque ante el Slovan.
Es evidente que la ruptura entre Enrique y Totti ya es vox populi. Una prueba de ello es que durante la presentación del argentino Érik Lamela, el nuevo consejero delegado de la institución, Claudio Fenucci, intentó poner agua fría a las preguntas de los periodistas.
"No hay ningún caso Totti. Todos los jugadores están convencidos y creen que este proyecto es el camino correcto para lograr algo importante para el conjunto, pues la meta es ganar el Scudetto”, dijo el directivo.
