REDACCIÓN RÉCORD
Fue el segundo partido, tanto de italianos como de argentinos. Los sudamericanos eran líderes del Grupo A, por el triunfo sobre Corea (3-1), y los europeos debían sumar para consolidarse como una de las potencias de ese sector.
A pesar de que en su debut mundialista, Jorge Valdano se consolidó como el goleador, al marcar en dos ocasiones, los argentinos tenían puesta toda su esperanza en Diego Armando Maradona, quien era el astro del futbol mundial.
El Estadio Cuauhtémoc, en Puebla, fue un lleno espectacular, pues era el debut de la ‘azurra’ en la sede que se le había destinado, debido a que en la ciudad de Chipilo se encontraba una comunidad gran italiana. Italia venía de ser Campeón del Mundo en España 1982 y, por ende, era cabeza de serie; mientras que los argentinos tenían que demostrar su valía, venciendo a la potencia.
Al arranque del partido, justo en el minuto seis, el silbante decretó un pena máxima a favor de los dirigidos por Enzo Bearzot, y Alessandro Altobelli cobró magistralmente de pierna derecha, poniendo adelante a los italianos.
Pero lo mejor estaba por venir. La magia del mejor jugador del mundo estaba por mostrarse en el terreno de juego del Cuauhtémoc. Maradona estaba por impartir una cátedra más de futbol.
Al 34’ del encuentro, Jorge Valdano se convirtió en cómplice del ‘10’, pues le mandó un balón hacia el costado izquierdo, y Maradona sacó un disparo pegado al poste, dejando sin oportunidad al arquero Galli, quien sólo contempló el avance de la pelota hacia las redes.
