EFE | MONTEVIDEO
Peñarol jugará el jueves frente a Vélez Sarfield, en el que será, quizá, su partido más importante en más de un cuarto de siglo y que ofrece al ganador de esta eliminatoria una plaza en la Final de la Copa Santander Libertadores 2011.
Ganar o ganar y, de ser posible, sin recibir goles, es la consigna del Manya, como es conocido el equipo que ya ganó el torneo en las ediciones de 1960, 1961, 1966, 1982 y 1987.
El primer ganador en la historia de la Libertadores no llegaba a las Semifinales desde hace 24 años, cuando finalmente se alzó con el título a expensas del América de Cali.
"Todos estamos muy ilusionados y con muchas ganas de seguir avanzando", afirmó el entrenador de Peñarol, Diego Aguirre, quien marcó el agónico gol que dio la victoria y el título al equipo uruguayo en aquella Final de 1987 frente a los colombianos. Aguirre matizó que el rival será "muy duro, difícil".
El equipo de Liniers ganó su única Copa Santander Libertadores en 1994. Es decir, la oportunidad de volver a lo más alto se le presenta 17 años después.
El partido genera gran expectación y el local tendrá el apoyo de unos 55,000 espectadores que agotaron las entradas y aseguran un lleno completo en los graderíos del Estadio Centenario. Pero Vélez no estará solo pues se espera la llegada de unos 4,000 seguidores, de acuerdo al número de entradas cedidas por los directivos del equipo uruguayo.
El partido será dirigido por el colegiado paraguayo Carlos Amarilla cuya participación estuvo en duda debido a un problema muscular.




