Carlos Reinoso cumple el sábado 70 años, está entero y trabajando en las canchas de futbol. El entrenador de los Tiburones Rojos hace un recuento de su vida y confiesa que no visualizaba esta etapa aún en el deporte, sin embargo, continúa alegre e ilusionado, pero sobre todo con la gran satisfacción de cumplir la promesa que le hizo a su hijo fallecido, volver a dirigir.
"Me siento entero a los 70 años, cuando iba a cumplir 40 dije que entrenaría hasta los 50 y nunca más me acercaría a una cancha. Uno dice cosas y termina haciendo otras", comentó el Maestro, quien confesó que la pérdida de su hijo lo llevó a querer estar de nuevo en los banquillos.
"Desgraciadamente falleció mi hijo José y se dio el regreso, ahora estoy con ilusión y alegría de cumplir la promesa que le hice de volver a dirigir para que sus hijos pudieran verme en una cancha", aseguró a RÉCORD, con la ilusión de festejar la víspera de su cumpleaños con un triunfo del Veracruz hoy ante León.
Aunque en este momento al frente de los Tiburones no se ha alejado de su familia, aceptó que visualiza su futuro y desea una vida tranquila con su seres queridos, en especial con sus nueve nietos.
"Ojalá Dios quiera llegue a más años, en dos o tres más me gustaría estar como director deportivo o asesor en la televisión y, desde luego, con mi familia. Ya quiero estar con mi nietos y tener una vida más tranquila", dijo.
El técnico de los escualos también acotó que a sus siete décadas de vida y tras los golpes, se siente más maduro que en antaño.
"Jamás pensé que perdería a mi hijo José, son golpes muy fuertes, dolores muy grandes y este tiempo en Veracruz me ha servido para reflexionar y aceptar cosas que antes no había podido", dijo.
El técnico se muestra satisfecho por todo lo bueno y malo que ha tenido en su vida, acepta que sólo le falta en la parte personal la presencia de su hijo José; en lo profesional; su mayor deseo es salvar a Veracruz y terminar su carrera "en su casa, América", afirmó.






