Corría hacia el encuentro puntual con el balón. El área era su territorio; de primera intención o recepción y giro, no había diferencia, la red igual se estremecía, los corazones se agitaban.
Poseía la fantástica y envidiable cualidad de la soberbia para defender sus colores e incitar a los suyos a entender cada batalla.
Empataba la astucia con la puntería, fue un incondicional del gol. El ímpetu le traicionó en más de una ocasión, pero las imágenes de los tiempos de gloria están guardadas bajo llave en la memoria viva de millones de mortales que soñaron estar en sus zapatos por lo menos un minuto... Niño artillero, excelso goleador, amante eterno de un balón.
Sirva la introducción para describir a Luis García como futbolista. El columnista de RÉCORD será inducido este martes al Salón de la Fama del balompié en su quinta edición, como reconocimiento a una brillante carrera de 15 años, en la que destacó como centro delantero en México y en Europa.
“Es un honor y una grandísima posibilidad de voltear la cabeza para atrás, hacer un ejercicio de reflexión y recordar lo feliz que fui cercano a la pelota. Soy un cuate que siempre ve para adelante, me cuesta mucho voltear al pasado, pero esto fue un buen parón para hacerlo.
“No me siento inmortal, nunca me he sentido inmortal, soy mucho más mundano y terrestre de lo que la gente pueda creer, soy muy común y corriente o corriente y común”, dijo el ahora analista.
Luis se retiró a los 30 años, “en paz con la pelota”; y ahora es capaz de viajar al pasado para encontrarse como un tipo que tiene mucho que agradecerle a la vida y al futbol.
“Entrar al Salón de la Fama es la posibilidad de darle las gracias a mi familia, a mis padres, a mi hermana, a mis hijos, a Rocío (su esposa), porque hoy vivo una etapa de plenitud familiar, laboral, y tengo que ser muy agradecido, porque no lo he construido solo.
“Me retiré cuando tenía que hacerlo, aunque 30 años podría parecer corto; fue una decisión muy amarga e inclusive el post retiro me costó mucho trabajo. Me faltó jugar la Copa Libertadores, cuando me retiré México todavía no la disputaba”, relata el exgoleador.
La fama y reconocimiento que tuvo en su etapa de futbolista ahora se ve empatada o superada por su faceta como comentarista y conductor de televisión.
El mote de ´Niño artillero’ se ha visto opacado por el de ‘Doctor’; lo cierto es que, a partir de hoy, Luis García ocupa un lugar de privilegio entre los inmortales del balompié azteca y mundial.