Manchester United recibirá este martes 30 de diciembre al Wolverhampton en Old Trafford, en el marco de la jornada 19 de la Premier League, con la misión de cerrar el año con una nueva victoria y confirmar su crecimiento futbolístico.
Los Red Devils llegan al compromiso con el ánimo renovado tras el triunfo por 1-0 frente al Newcastle, resultado que dejó sensaciones positivas pese a que el fin de semana anterior habían desperdiciado una buena oportunidad de escalar posiciones al caer como visitantes ante Aston Villa. Más allá de esa derrota, la evolución del equipo bajo la conducción de Rúben Amorim resulta evidente, con un rendimiento que supera las expectativas iniciales de la temporada. Ante el último de la tabla, el United tendrá la posibilidad concreta de encadenar dos victorias consecutivas, algo que no consigue desde octubre.
Sin embargo, el conjunto de Manchester afrontará el encuentro con varias ausencias de peso. Bryan Mbeumo, Amad Diallo y Noussair Mazraoui se encuentran afectados a la Copa Africana de Naciones, mientras que Matthijs de Ligt, Harry Maguire, Bruno Fernandes y Kobbie Mainoo continúan fuera por lesión.
La realidad del Wolverhampton es diametralmente opuesta. El equipo dirigido por Rob Edwards atraviesa un momento crítico y es el colista absoluto de la Premier League, con apenas 2 puntos en 18 jornadas. Los Wolves acumulan una alarmante racha de 11 derrotas consecutivas, la última de ellas un 0-2 como local ante Brentford, que profundizó aún más la crisis deportiva.
Para este difícil compromiso, Wolverhampton también sufrirá bajas importantes: Tawanda Chirewa y Emmanuel Agbadou no estarán disponibles por la Copa África, mientras que Jean-Ricner Bellegarde y Marshall Munetsi permanecen en la enfermería. Ante este panorama, Edwards apelará al orgullo del plantel y al poder aéreo de Jørgen Strand Larsen como principal argumento ofensivo para intentar dar la sorpresa.




