EMMANUEL GUTIÉRREZ
Tras una espectacular campaña en 2010 con los Padres de San Diego, Adrián González, quiere consolidarse como uno de los mejores peloteros de las Mayores, ahora con los Medias Rojas de Boston.
Como él, otros 25 peloteros nacionales buscarán, desde el spring training que comienza formalmente hoy, sentar las bases para alcanzar el éxito –mejorar su rendimiento o lograr un lugar en un equipo para jugar este 2011 en la Gran Carpa–.
La llegada de Adrián a la novena de los patirrojos fue la más sonada en GL, aun por encima de Jason Werth a Washington, o Cliff Lee en su regreso a Filadelfia. González podría aumentar considerablemente sus números esta campaña, ya que ahora jugará en el Fenway Park, estadio más amigable con los peloteros en comparación al Petco Park donde la pelota casi no vuela.
El ‘Titán’ tiende a empujar la pelota hacia el terreno izquierdo o central con su swing natural.
En algunas ocasiones conectó cuadrangulares al jardín izquierdo, en el estadio de los Padres, pero a veces el aire de San Diego cortaba el viaje de sus elevados que eran atrapados en la franja de seguridad.
Por ello, los analistas creen que el oriundo de San Diego podría superar la barrera de los 50 cuadrangulares, a pesar de tener enfrente al ‘Monstruo Verde’; su poder lo ubicaría para batear como cuarto o quinto en una rotación llena de estrellas, entre las que figuran David Ortiz, Kevin Youkilis y el recién adquirido Carl Crawford.
González ganará 5.5 millones de dólares más incentivos en 2011, pero se prevé que al final de la campaña firme una extensión de contrato por siete temporadas y 154 millones de billetes verdes.
En el periodo de receso, Adrián se sometió a una cirugía en el hombro derecho (en octubre pasado) para remover pedazos de cartílago; a pesar de haber pasado sólo tres meses, el toletero fue el primero en presentarse en el campo de entrenamiento hace una semana para acelerar el proceso de sanación.
Si Adrián se apunta como el líder a la ofensiva, Boston podría llegar nuevamente al Clásico de Otoño y si se consagra, no sólo será una leyenda del deporte mexicano, sino también del mejor beisbol del mundo; por ello, González ya se prepara.




