HERIBERTO MURRIETA
Mariano Ramos, una de las más grandes figuras del toreo mexicano de las últimas décadas, falleció ayer, aproximadamente a las 16:30 horas, en el Hospital de Nutrición de la Ciudad de México. El próximo día 26 iba a cumplir 60 años de edad.
Hace unos días, Mariano llegó al Sanatorio Durango con una gastritis erosiva que le provocó un sangrado en el tubo digestivo alto. El sangrado se logró controlar, pero sobrevino una falla orgánica múltiple, con disfunción renal y hepática que derivó en su fallecimiento. Ayer por la mañana había sido trasladado al Hospital de Nutrición.
Mariano Ramos Narváez nació en la Ciudad de México el 26 de octubre de 1952. Recibió la alternativa en Irapuato el 20 de noviembre de 1971, de manos de Manolo Martínez, llevando como testigo al español Francisco Rivera ‘Paquirri’, con toros de la ganadería de Santacilia.
En el libro ‘Vertientes del Toreo Mexicano’ escribí:
"Torero antidramático de extraordinarios conocimientos técnicos, con la muleta ha sido un maestro de incalculable poderío. La reciedumbre de sus derechazos y naturales, su valor seco y sereno, representaron una atractiva opción alterna, en tiempos en que Manolo Martínez, Curro Rivera y Eloy Cavazos ponían sus
nombres y apellidos a toda una época del toreo mexicano.
No resultaba raro, por tanto, que surgieran apasionados ‘marianistas’, quienes tuvieron el privilegio de disfrutar la capacidad del torero de la Magdalena Mixhuca con ‘Abarrotero’, de José Julián Llaguno, o con ‘Azucarero’, de Tequisquiapan, a los que les tumbó el rabo en la México.
El número de sus partidarios creció exponencialmente en el momento mismo en que rubricó su estremecedora hombrada ante el complicadísimo ‘Timbalero’ de Piedras Negras, el 21 de marzo de 1982, la tarde en que le dio la alternativa a Felipe González, en presencia del francés ‘Nimeño II’.
Con doblones destroncó al peligroso burel tlaxcalteca, antes de jugarse la vida, literalmente, en cada muletazo. Con técnica y redaños, se impuso cabalmente al temperamento del toro”.
En los años 90, Ramos cosechó grandes éxitos en la Plaza México y participó en la Feria de San Isidro en Madrid. A últimas fechas, toreaba con poca frecuencia. Varias veces, Mariano habló de retirarse y en alguna ocasión esbozó la posibilidad de convertirse en rejoneador.
Quedó pendiente una despedida con todos los honores en la Plaza México. Su cuerpo sería velado en la Asociación de Matadores, ubicada a un costado del coso de Insurgentes.
Síguenos también en Twitter: @Record_Mexico y en Facebook: /RÉCORD




