Por fin, tres clubes importantes, históricos y trascendentes, que deben de ser protagonistas siempre, pasaron de los ‘vende espejos’ que desde afuera se ofrecen como una respuesta que no existe en nuestro futbol y eligieron por cabezas para dirigir sus proyecto por un concepto que olvidaron, y que irónicamente fue el que les dio gloria: Identidad.
EFRAÍN SE APIADA DE PUMAS
Era inaudito: renovar hasta 2026 a un técnico sin conexión con la tribuna, que apenas había sido humillado en una serie de Liguilla en la que era favorito. Sólo a una directiva como la que dirige hoy al Club Universidad se le podía ocurrir. Y la solución iba por la misma: elegir a Jaime Lozano como reemplazo era un avance, pero no para las formas que demanda la tribuna azul y oro.
Por fortuna de Pumas, Efraín Juárez se apiado de la casa que lo vio nacer y lo mandó a Europa. Así, la identidad del glorioso equipo de la UNAM tiene hoy esperanzas de renacer, gracias a un agradecido canterano más que a la chispa de los burócratas al control.
CHIVAS EXPULSÓ A ‘LOS CONQUISTADORES’
La relación de la directiva española que dejó Fernando Hierro en Chivas, con el plantel y la institución rojiblanca en general, estaba agotada. Los europeos eran condescendientes al interior, se conducían con aires de superioridad gracias a su pasaporte. Les pusieron un mote en Verde Valle: Los Conquistadores. Pero fueron expulsados, gracias al hartazgo de Amaury Vergara.
Y el técnico, Óscar García, que apuntaba a quedarse, cometió el error de hacerse el indignado cuando se enteró de los cambios, pero cuando intentó corregir ya era tarde, por fortuna de los Chivahermanos que ya lo querían fuera. Va gente ‘de casa’ como Gerardo Espinoza, apoyado por Pepe Meléndez. Y arriba, mejor lo mexicano que volver a comprar espejitos.
TIGRES APUESTA POR EL LINAJE
El cambio más arriesgado y para mí, el más valioso: a pesar el buen paso de resultados de Paunovic (tercero general), la directiva felina entendió que requerían un ‘perfil Tigre’ al mando y quién mejor que uno de los pilares de su gloriosa dinastía, listo para convertirse en técnico, como el gran Guido Pizarro.
El proyecto del multicampeón argentino no es sólo por lo que queda del torneo, sino que está pactado con la directiva que tendrá toda la temporada 25/26, hasta el verano del siguiente año. Y no pararán ahí, vienen más apuestas por pilares en puestos fuera de la cancha. Al tiempo.
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