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Opinión

Carlos Ponce de León

Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.

Contraste de festivales

2021-06-14 | Carlos Ponce de León
CARLOS PONCE DE LEóN
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Qué contrastes de carnavales futboleros continentales vivimos este verano. Experimentar la Copa Oro inmediatamente después de una Eurocopa y una Copa América, es como ir a un festival de música para vibrar primero con un concierto de 'The Beatles', después con una emocionante actuación de 'Café Tacvba' y cerrar con una sesión de 'La Tigresa de Oriente'.

La Euro se disfruta y aspira a ser de histórica actuación, algo así como 'Queen' en el mítico Wembley en 1986, o el regreso de 'Blur' al Haydee Park en 2009. Italia, Bélgica y Holanda ya demostraron que son estelares, y aparecen también teloneros con espíritu como Gales o Finlandia.

La convulsa Copa América tiene tintes del último concierto de 'Soda Stereo', en 1997, en el Monumental de Núñez, emotivo, plagado de talento en nuestro idioma, con todo y la revuelta social que implica la edición de este año en Brasil. Empezó lento, pero promete cerrar con todo.

Pero en nuestra Copa Oro son pocas las selecciones que tienen algo de estos cadenciosos ritmos caribeños; acaso algunos imitan al reguetón más simplón y vulgar, pero nada emocionante. Son sólo dos los que logran impactar como el mejor festival: México y Estados Unidos, como asistir a vibrar con 'Caifanes' o 'Pearl Jam', con Juan Gabriel o Frank Sinatra, hasta Luis Miguel o Michael Jackson. Tienen el potencial de portarse a esa altura.

Hoy, EU se muestra jovial y electrizante, como los compases de 'The Killers' o 'The Stokes' en sus inicios, mientras el Tri pierde potencia y en lugar de lucirse como 'Molotov', se parecen más a 'RBD'. Así de compleja es la realidad.

SE TENIA QUE DECIR...
La crueldad del moderno futbol profesional hace creer a la afición que cualquier futbolista cambia de playera según le convenga a su bolsillo; sin embargo, aparecen casos como los de Layún, que deciden fichar por otros valores que no son monetarios para reconfortar el espíritu. ¡Éxito, Migue! Que sea tu culpa otra vez en América.
Y SE DIJO.

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