El arbitraje casi mata la Liguilla

Lo mejor de nuestro futbol es la Liguilla. Maravilla. Por si alguien tenía duda aún, la Fiesta Grande de este Guard1anes deja patente: espectáculo de alto calibre, más de tres goles en promedio por partido y suspenso al estilo del maestro Hitchcock. Además, incluyan al Repechaje que llegó para quedarse, para aportar drama sin alterar la justicia deportiva que tanto temían los escépticos. Cuántas Ligas nos envidian.

Pero no todo es ideal, el sensacional producto que ha desarrollado la Liga MX tiene al enemigo en casa, el gran pendiente de nuestro futbol, en el que todos los integrantes del ecosistema deben poner atención para evitar ir al precipicio: el arbitraje.

Es inaudito lo que sucede: todas las series se vieron manchadas por errores groseros de los silbantes, por la falta de revisión del VAR, por tratar de tener un estilo ‘sudamericano’ como lo ordenó el nuevo instructor chileno que contrató la Comisión de Brizio, localistas. Nuestro futbol lo grita al unísono: ¡Hagan algo ya!

PREMIO A LOS VALIENTES
Los que especularon en fase final a pesar de tener mayor poder a su disposición, están fuera: Tuca, Vuce, Aguirre. Reynoso se salvó, pues después del error en la Ida en Toluca, supo cambiar en casa. Los que fueron arrojados la mayor parte de sus series tienen recompensa de Semifinales: Larcamón, Almada y Pezzolano. Solari fue tibio en Pachuca y ya no le alcanzó la bravura obligada en el Azteca. Esta Fiesta Grande premia a los que se atreven. Como debe ser el futbol y la vida.