Lo que comenzó como un asalto a dos tráileres en Michoacán terminó destapando una red criminal con base de operaciones en pleno corazón de la Ciudad de México.
En un operativo de película, autoridades capitalinas —en coordinación con el Estado de México y el Gabinete de Seguridad federal— lograron recuperar miles de productos robados y exhibir la logística detrás de uno de los delitos más rentables: el robo a transporte de carga.
El golpe fue contundente. No solo recuperaron más de 200 bicicletas eléctricas, sino también miles de artículos de tecnología en una bodega ubicada en la colonia Popotla, alcaldía Miguel Hidalgo.

Todo comenzó con un robo en carretera
El 18 de diciembre pasado, dos tractocamiones fueron interceptados en carreteras de Michoacán. Pero esta vez, los delincuentes dejaron rastro. Cámaras del C5 del Estado de México, del C2 Poniente y del C5 CDMX permitieron rastrear el botín... hasta la capital.
Con eso, las autoridades ejecutaron nueve órdenes de cateo en inmuebles de la alcaldía Miguel Hidalgo. Fue ahí donde encontraron el centro de operaciones: una bodega discreta, pero bien surtida.

Lo que había en la bodega: bicis, mochilas y mucho más
En el lugar localizaron:
- Más de 200 bicicletas eléctricas
- Más de 2 mil soportes de pared
- Alrededor de 5 mil controles remotos
- Más de 5 mil mochilas para laptop
- Casi mil cables HDMI
Sí, todo eso. Como si fuera Amazon... pero robado.
Estos productos tienen alta demanda, son fáciles de mover y se venden rápido en mercados informales o plataformas digitales. Este golpe demuestra que el robo a transporte de carga ya no es improvisado, sino que opera con logística, almacenamiento y distribución bien definidos.

Dos detenidos y muchas pistas
Durante el mismo operativo, cayeron dos presuntos responsables en Naucalpan. Su captura refuerza la teoría: estas bandas trabajan en red entre estados, usando los límites territoriales para complicar la chamba de la autoridad.
El cateo en Miguel Hidalgo fue clave para cerrar el círculo: del robo en carretera al escondite urbano.
La alcaldía ha sido identificada como un punto estratégico para ocultar mercancía robada, por su conectividad vial y la mezcla de zonas habitacionales con bodegas discretas. Cualquiera pensaría que es solo un edificio común... hasta que abres la puerta.

¿Por qué importa tanto este tipo de operativos?
El robo de carga no solo pega a las empresas, también encarece productos, afecta empleos y pone en peligro vidas. Este operativo es más que un decomiso: es un mensaje claro. La inteligencia, la coordinación y la tecnología sí funcionan.
Además del botín recuperado, lo valioso es la información que salió de ahí: rutas, patrones, conexiones. Cada cateo aporta piezas para desmantelar la red entera. Y aunque la lucha contra este delito es dura, las bodegas clandestinas ya no son invisibles.





