El tercer Mundial en México está en marcha. Y nada ni nadie lo para. Espero. Confío.
No tengo duda alguna que nuestro país puede cumplir con la calidad de infraestructura que pide el ‘cuaderno de cargos’ de FIFA para ser sede mundialista, Decio de María tiene las cualidades para asegurar su cumplimiento, asesorado por Justino Compeán. Será un trabajo intenso en adecuación de estadios, transporte y alojamiento, pero la base ya existe, sólida y atractiva.
El principal reto está en otro campo: en cambiar la imagen de inseguridad del país, ganar la confianza del gremio futbolero en que podemos armar una nueva fiesta mundial alrededor del balón no sólo espectacular, sino resguardada.
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