Encontramos al superlíder. Como la camioneta robada a la señora del dibujo, quien ya recibió una nueva, a los Pumas mandones y ofensivos los recuperó el futbol, los puso para nuestro deleite en el Olímpico de CU. Descubrimos al nuevo monarca, uno que se escondió anoche en el ímpeto del rival, pero al final lo hizo aparecer la casi siempre sabia fortuna del campeón. La Final más espectacular.
Tuca estuvo a punto de hacer un ‘Memo Vázquez’, pero no le alcanzó. Memo se probó el disfraz de Tuca, pero aún no es de su talla. Esta definición del título superó en nivel al drama que se vivió cuando América ganó a Cruz Azul, también en penaltis. Y también la perdió el hoy técnico del Club Universidad.
Los seguidores de Pumas no pueden estar más orgullosos de su equipo. Perdiendo la Liga, recuperaron la esencia, esa que hace gritar el “¡Cómo no te voy a querer!”.
Arrasa el imperio norteño
No hay duda: André-Pierre Gignac es el jugador del torneo. Tigres hizo la apuesta del año con el francés, construyó la plantilla más costosa y espectacular de la Liga y tras caer en la Final de la Libertadores, el Apertura es su recompensa. Y falta. El siguiente objetivo es conquistar la Concacaf para ir al Mundial de Clubes, un sueño para cualquier club. Menos para el América. Que hoy tiene pesadillas.
Como editor de RÉCORD Norte, conocí más a fondo a Tigres cuando se caía a pedazos, con Santiago Martínez, presidente felino, y Daniel Guzmán, técnico, quienes hacían estallar el coraje de la afición al grado de invadir la cancha para pedir su destitución. En mayo de 2010, Cemex se hartó y recuperó a un personaje célebre: Alejandro Rodríguez, el querido ‘Inge’, quien reincorporó a Miguel Ángel Garza como cerebro deportivo, y juntos reclutaron a otro bienamado: Ricardo Ferretti, técnico que dejaba de manera sorpresiva a Pumas. El ‘triunvirato’ se reencontró en San Nicolás de los Garza.
Una magistratura al estilo de la Roma antigua, en la que intervenían tres personas, que tendría que reconstruir de las ruinas el imperio. Lo hizo de inmediato: enterró el problema del descenso, logró estabilidad administrativa y financiera, y remató con una Liga en un año. Sentaron la base de lo que anoche vimos coronarse de nuevo.
El ‘Inge’ un día me dijo: “Cuando hay empate entre Miguel Ángel y Tuca, yo inclino la balanza. Al final, decidimos los tres”. Felicidades por el título. Y por lo que falta.
