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Opinión

Carlos Ponce de León

Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.

Esclavos de la indignación

2021-07-05 | Carlos Ponce de León
CARLOS PONCE DE LEóN
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"Normalmente cuando las personas están tristes no hacen nada, se limitan a llorar. Pero cuando su tristeza se convierte en indignación son capaces de hacer cambiar las cosas”, decía Malcolm X, el radical más célebre en la historia de Estados Unidos. Aquel notable luchador social lo sabía bien: “La bisagra que rechina es la que consigue el aceite”.

En nuestro país somos especialistas en alzar la voz cuando algo no nos gusta. Nuestro problema es que la indignación es casi en automático y la mayoría de las veces sin conocer argumentos, basta con leer o escuchar sin profundizar para engancharnos, para encendernos, para volvernos esclavos de una emoción que se convirtió en respuesta mecanizada. Tenemos la mecha corta. Y en redes sociales es peor, nos vamos al extremo, exhibimos nuestro lado más primitivo escudados en el anonimato.

Sucedió con el castigo por el ‘grito prohibido’. Bastó que Reforma asegurara que la FMF tenía intención de echar a la Femenil por delante para pagar la multa de FIFA, para que la ira de la afición se dejara sentir como avalancha. ‘Con la Femenil no’ y ‘FMF machista’ se volvió tendencia, a pesar de que la aseveración del prestigiado diario fue errónea. Detonó la indignación sin base.

Los juegos de veto se deben pagar en las siguientes Fechas FIFA de cualquier categoría y, como ya adelantó RÉCORD, será en el México-Jamaica del Octagonal varonil y en el duelo amistoso de la Femenil en Guadalajara. Son los que tocan por calendario, nada tiene que ver una intención de la FMF de elegir al representativo de mujeres como el que cargue la sanción. Es retorcido pensar que es posibilidad real que se pretenda que ellas paguen. Nos toca a todos por reglamento.

Esto no significa que no sigamos pidiendo por problemas tan graves como la falta de equidad de género en nuestro deporte, sino que lo hagamos con fin útil. Esta ocasión, el extremo del feminismo que crucificó a la FMF fue presa de la ira instantánea y eso no suma a la lucha, al contrario, la entorpece

No dejemos de reclamar, alzar la voz servirá para provocar un cambio, pero hagámoslo informados, conociendo el contexto para lanzar opinión con fundamento. No seamos esclavos de la indignación automática, que no ayuda.

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