Qué sabroso torneo el de La Máquina. Boy ya le puso picante al platillo que Cruz Azul pone en la mesa cada semana, se fue la sensación insípida acostumbrada en el menú de los anteriores chefs celestes. No se necesita sal en la mesa, lo preparado tiene lo suficiente para disfrutarse.
Contiene grandes condimentos al frente, algo que escaseó en La Máquina en el último lustro: ante la falta del goleador Benítez, responde Vuoso, Guerrón le pone pimienta y Vázquez, cuando se luce como ayer, le echa polvo de pimentón picante, ese que le da sabor a las deliciosas ‘patatas bravas’ de Barcelona. Leao y Joao complementan el sazón. Eso sí, la combinación aún no garantiza triunfos, le falta, como a casi todo alimento delicioso, que nos fascina, que también sea nutritivo.
La Máquina sigue en zona de clasificación, pero debe mejorar los descuidos defensivos, como el gol instantáneo que fabricó Pumas en CU y las entradas del Maza que de nuevo le terminaron con su expulsión. Y a los laterales les falta marca, pasearon a Omar Mendoza y del otro lado, Ariel no es mejor que
Fabio defendiendo. Pero el Jefe ya no quiere al brasileño.
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