Lo encontraron: es el nuevo Vettel

El programa de desarrollo de talento de Red Bull es voraz, despiadado con sus jóvenes pilotos, no da margen al error, exige resultados rápidos, y cuando no llegan, lo siguiente es la puerta a la calle.

Sebastian Vettel –‘producto’ original de BMW, vale aclarar– fue convertido en un depredador por la férrea disciplina impartida desde Toro Rosso. Cuando llegó a Red Bull, en 2009, se comió al experimentado Mark Webber para alzar cuatro títulos al hilo.

La misión del equipo de las bebidas energéticas en el último lustro ha sido encontrar a su nuevo Vettel, otra joya que los regrese al dominio total de la F1. En el camino desfilaron buenos pilotos, pero que no llenaron los gigantescos zapatos del otrora ‘chico maravilla’: el suizo Buemi, el español Alguersuari y el francés Vergne debieron decir adiós a su carrera al fallar en igualar las proezas de ‘Seb’.

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