Quería (como muchos de ustedes seguramente) que Vettel alcanzara a Rosberg en la vuelta final y alargara así una semana más la coronación de Hamilton. Habría sido un lujo que Lewis se ciñera en el podio del Autódromo Hermanos Rodríguez su tercer Mundial de Pilotos. Ni modo. El festejo que la Ciudad Deportiva del DF soñó en el regreso del GP de México, se lo quedó el Circuito de las Américas, a las afueras de Austin, Texas.
Hamilton ayer, aun sin dominar de punta a punta, como lo ha hecho en buena parte de las carreras de este año, es simplemente incontenible al mando de un voraz Mercedes. Sólo hizo falta ver cómo redujo a su coequipero en la curva 1 tras la arrancada, con decisión absoluta, con autoridad total, como diciendo ‘hey, Nico, aquí el que manda soy yo’.
En un abrir y cerrar de ojos la F1 pasó de la ‘era Vettel’ a la ‘era Hamilton’, la cual podría extenderse hasta 2016. Y mientras se sigue discutiendo (como desde el inicio de esta década) qué tan salubre es para la categoría un dominio tan exacerbado, Lewis debe disfrutar su momento, su gloria, porque desde ya pertenece a un club de tricampeones que tiene como integrante destacado al gran Ayrton Senna.
Con el campeonato resuelto, ¿qué debemos esperar esta semana en el Autódromo Hermanos Rodríguez? Mucho. Por fin, después de 23 años, la F1 está de vuelta y para los que la verán en vivo por vez primera déjenme decirles que es un espectáculo de primerísimo nivel, de esos que hay que ver una vez en la vida.
Desde hoy mismo la Ciudad de México se pondrá en ‘modo F1’ con los numerosos eventos y fiestas que los equipos alistan antes de que el viernes por la mañana arranque la primera práctica.
Y si creen que la dosis de emoción se apagó hoy con Hamilton cruzando la meta primero, pongan su atención en el piloto que hoy terminó quinto después de otra demostración impecable: Sergio Pérez. Checo llega a casa encendido y con ganas de hacer algo épico. Te llegó el turno, México. Te llegó el turno, Sergio.




