Ambriz lo sabe y lo habla. "Será una semana tormentosa”. Normal, es el América. En la Fecha 1 llegó presionado por el tema decembrino en oriente y como no le ganó al Puebla en casa, entonces apareció su chamba en el Jalisco con un cartel de ‘vacante’; el juego se le abrió cuando Atlas metió un autogol y terminó ganando con contundencia; ahí, muchos cambiaron de opinión y dijeron: “Ése es el América que queremos”.
Recibió al Pachuca y ahora el gol en propio arco se lo aplicaron sus Águilas y los Tuzos con extrema dinámica los exhibieron por varios minutos del partido. Otra vez muchos, incluidos los americanistas, piden deje al equipo. Así de voluble es el asunto cuando diriges al cuadro de Coapa.
El hecho es que la autoridad como local parece desvanecerse y el rendimiento general de su escuadra es igual de irregular y cambiante que las noticias que rondan cada semana sobre su cabeza. Pachuca hoy es un conjunto rápido, ágil, libre al frente y con muy buena técnica. Dos o tres de sus jóvenes
mexicanos, de mantener la cabeza fría, seguramente serán protagonistas del balompié azteca a corto plazo. Por lo pronto el sábado montaron una fiesta de aquellas, en donde hubo ahijados, padrino y sobre todo madrina, esa fue evidente y monumental. Ojo con el equipo de Hidalgo.
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