Todavía retumba aquel gol de oro del ‘Hueso’ Glaría, ante un Estadio Azul embrujado dentro de una noche decembrina del 99 que ningún fanático cementero olvidará. Ahí es donde se empezó a escribir la nueva historia de un Pachuca que antes de dicho impacto con la ingle del argentino, estaba destinado a vivir sufriendo con la permanencia en Primera.
Los Tuzos crearon a su alrededor un emporio futbolístico que les dio prestigio y títulos, a tal grado de que incluso fuera del campo fomentaron un circuito académico.
Poseen el trofeo más importante a nivel de clubes que tiene el futbol mexicano, la Copa Sudamericana del 2006, y su marketing los llevó a autodenominarse el ‘Equipo de México’, un título que dicen les pertenece por pelearse hasta la fecha con el Orizaba y ser el cuadro decano del balompié azteca.
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