El futbol mexicano y su tradicional rúbrica: ‘Cualquiera le puede ganar a cualquiera’. El problema es que ni Chivas ni América son un ‘cualquiera’.
La fortalecida salud futbolística del América y de las Chivas le ha dado un nuevo y sonriente semblante al cierre del torneo regular, aunque tampoco ha descubierto nada nuevo en el horizonte del futbol mexicano, donde la irregularidad siempre termina estableciendo las reglas del juego.
Con sólo 12 puntos por disputarse, la campaña parece aclamar lo que han hecho Monterrey, América y Pachuca, los tres equipos que han reservado un boleto para la Liguilla de forma anticipada y que han mostrado el comportamiento más regular del torneo. Los tres, sin embargo, no ofrecen garantía de nada. Hay otros dos ‘detalles’ que llaman poderosamente la atención en este final del Clausura 2016: primero, que el campeón Tigres está hoy apartado de un puesto para la Liguilla, y segundo, que clubes de gran tradición en las finales del certamen —Pumas y Toluca— han renunciado, voluntaria o involuntariamente, a la lucha por el título para concentrarse en la Copa Libertadores de América.
Si quieres leer la columna completa adquiere tu RÉCORD en tu puesto de periódicos o suscríbete a la edición digital dando clic en la imagen de abajo.





