A nadie se le puede olvidar aquel reprochado incidente: “Vengo por un fin de semana”, dijo el exentrenador y jugador de River Plate, mientras esperaba una pila de maletas en el Aeropuerto de Guadalajara y mientras José Manuel ‘Chepo’ de la Torre dirigía esa mañana el entrenamiento en Verde Valle. El tiempo ha pasado, ni mucho ni poco tiempo para los estándares que se manejan históricamente en este club desde que el dueño se llama Jorge Vergara. En sólo 12 meses, Almeyda ha tranquilizado ‘las aguas’ en Chivas: lo ha alejado de un tema porcentual que inquietaba y que se hacía más grande gracias al morbo que siempre despierta un club de esta trascendencia en ese tipo de aprietos. Ganó una Copa MX que no tiene mucha credibilidad deportiva, pero que, en su carácter de equipo grande, debe siempre recoger y meter a las vitrinas. Metió a Chivas de regreso en la Liguilla y lo más importante de todo: le ha dado hoy un estilo definido, una razón de ser al futbol y a los futbolistas del Guadalajara, confiando en los jóvenes y realizando movimientos inteligentes con la chequera en la mano. Sobra recordar que lo ha hecho con mexicanos, sólo mexicanos en la cancha de futbol.
Damas y caballeros, tal parece que después de una búsqueda intensa (casi 25 entrenadores en pocos menos de 14 años) Jorge Vergara ha encontrado al ‘Pastor del Rebaño’ que tanto buscaba.
La tarea más importante está por llegar. Ganar títulos. Chivas fue hecho para ello, pero habrá que destacar que lo está haciendo o lo está intentando por la vía adecuada. El Guadalajara no ha empeñado, esta vez, su estilo y su convicción ante la tribuna. El mensaje de estas Chivas es muy práctico y al mismo tiempo valioso: quiero ganar, pero lo quiero hacer por las vías que en realidad satisfacen y enorgullecen a mi aficionado. Este Chivas debe y puede jugar bien y este Chivas debe y puede levantar trofeo jugando bien al futbol.
En la última comparecencia por la Liga, justo después del ‘baile’ que propuso en el Azteca en el Clásico, Almeyda salió al campo con siete canteranos y comenzó el partido ante Jaguares con tres figuras caras en la banca: Alan Pulido (recién llegado), ‘Gullit’ Peña y ‘Gallito’ Vázquez. En la cancha están los que deben estar. El progreso de jugadores como Ángel Zaldívar, Carlos Cisneros, Michael Pérez, Javier López ha sido notable. De la misma forma, lo que han mejorado jugadores que se han incorporado al Guadalajara en la últimas temporadas como Isaac Brizuela, Orbelín Pineda, Jair Pereira y Edwin Hernández. La seguridad defensiva que ha empezado desde el portero Rodolfo Cota y siguiendo con elementos como Basulto, Marín y ‘Chapo’ Sánchez. Chivas sabe a lo que juega y sabe lo que debe buscar en el campo de juego.
El momento más delicado, esta vez, está ocurriendo fuera de la cancha. El proceso de Chivas TV ha sido lento y ha pasado por algunos contratiempos, pero estoy completamente de acuerdo con José Luis Higuera: Chivas no puede arrepentirse de haber dejado el poder de la televisión abierta. Se ha ido para innovar, para buscar nuevos horizontes, retos y estoy seguro de que tarde que temprano, lo va a lograr. Al propio Higuera, que en principio ha sido muy criticado, habrá que otorgarle parte del crédito por la llegada de Almeyda y también por la osadía que ha tenido el club de buscar nuevas plataformas de comunicaciones y mercadotecnia en una época que sin duda invita a hacerlo, pero donde hay que tener ‘los pantalones’ bien puestos para dar el paso.
Un año después, Matías Almeyda ha sido un gran descubrimiento para Chivas. Su carácter, su manera de comunicar con los futbolistas, con los aficionados, con los medios y con el propio Vergara, ha sido un bálsamo justo cuando el club atravesaba por la época más precaria de su rica historia deportiva. Lo es también en una época donde la Liga MX y el futbol mexicano parecen volcados hacia una ‘extranjerización’. El Guadalajara ha aceptado el reto y la ventaja (más que desventaja) de jugar con mexicanos.
Lo que sigue, manteniendo el estilo de juego, son títulos. Y estoy convencido de que este Chivas lo puede lograr. Tal parece que las épocas de ‘vacas flacas’ quedaron en el pasado. El Chivas de hoy luce rebosante, vivo, alegre, imaginativo, el Chivas de hoy, el de su nuevo ‘pastor’, Almeyda, ilusiona…
