Las autoridades sanitarias han reforzado la vigilancia epidemiológica en México ante la presencia confirmada de la influenza A H3N2 subclado K, una variante del virus gripal detectable mediante pruebas específicas. Aunque los casos reportados hasta ahora no representan por sí solos un motivo de alarma, el diagnóstico oportuno ayuda a iniciar tratamiento antiviral a tiempo y a evitar complicaciones en grupos vulnerables como personas mayores, niñas y niños, embarazadas y quienes tienen enfermedades crónicas.

¿Qué prueba se utiliza para detectar la influenza H3N2 tipo K?
La prueba molecular RT‑PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa con transcriptasa inversa) es el método estándar de oro para detectar el virus de la influenza A, incluido el subclado H3N2 tipo K. Este examen analiza el material genético del virus a partir de una muestra de las vías respiratorias (generalmente un hisopo nasofaríngeo) y permite diferenciar este subtipo de otros virus respiratorios como influenza A H1N1, influenza B o SARS‑CoV‑2.
Pruebas rápidas y su utilidad
Existen también pruebas rápidas de antígeno que pueden ofrecer resultados en menos tiempo, pero tienen menor sensibilidad que la RT‑PCR. Un resultado negativo en estas pruebas no siempre descarta la infección, especialmente si los síntomas son intensos o la sospecha clínica es alta. En esos casos, se recomienda confirmar el diagnóstico con RT‑PCR o en un laboratorio de salud pública.

¿Cuándo es necesario hacerse la prueba?
Síntomas que ameritan diagnóstico
La prueba se recomienda principalmente cuando se presentan signos de infección respiratoria compatibles con influenza, tales como:
Fiebre alta
Escalofríos y dolor de cabeza
Dolores musculares y articulares
Congestión nasal o dolor de garganta
Cansancio extremo o dificultad para respirar
Estas manifestaciones suelen aparecer de forma repentina y pueden incluir náuseas o vómito en algunos grupos poblacionales.

Situaciones de mayor riesgo
Debes considerar la prueba o consultar a un profesional de la salud si:
Perteneces a un grupo de riesgo (adultos mayores, niños pequeños, embarazadas, personas con comorbilidades).
Los síntomas empeoran rápidamente o no mejoran con el paso de los días.
Hay dificultad respiratoria, dolor en el pecho, confusión o fiebre persistente.
Has estado en contacto con alguien confirmado con influenza H3N2 tipo K o hay circulación activa del virus en tu zona.
MEDIDAS PREVENTIVAS Y QUÉ HACER
Aunque la detección temprana es útil para el manejo clínico, la vacunación anual contra la influenza sigue siendo la principal medida de prevención. Las vacunas actuales, incluso si no están diseñadas específicamente para el subclado K, reducen el riesgo de enfermedad grave y complicaciones.
Las autoridades de salud también recomiendan:
Lavado frecuente de manos con agua y jabón.
Uso de cubrebocas si presentas síntomas respiratorios.
Mantener ambientes bien ventilados.
Evitar automedicarse y buscar atención médica oportuna.





