Imposible otro ‘Aztecazo’

Y no es que Costa Rica no tenga las condiciones futbolísticas para ganar esta noche, pero nuestras capacidades de asombro en el futbol han cambiado con el paso de los años.

Pueden que en el verano de 2001, el sufijo con valor aumentativo era propio y necesario. Hoy, un triunfo visitante en la Ciudad de México no podría denominarse como tal grado de sorpresa o de hazaña.

El ‘Aztecazo’
La hazaña de Costa Rica con el tiempo se convirtió en una gesta que los equipos de Centroamérica utilizaron para ganar valor y fortaleza mental, mientras que en los futbolistas mexicanos generaba escenas de duda, de ausencia y quizá, en algunos casos, hasta de pánico. Pero al final del día, aquel épico triunfo del combinado costarricense en los comienzos del siglo significó mucho más para ellos que para el propio futbol mexicano.

No conozco a ningún niño o joven mexicano cuyo desarrollo y mentalidad futbolística (desde la cancha o desde la tribuna) haya sido perturbado por el 16 de junio del año 2001.

Es verdad, las distancias, de algún modo, se han acortado en el mundo del futbol. Los invencibles de años anteriores no existen más y las canchas que antes parecían “intocables” e “inviolables”, en la actualidad son parte de una equitativa competitividad.

Para México, el área de la Concacaf siempre ha sido un mundo siniestro y bipolar, donde ha tenido parajes de supremacía total (alguna vez le llamaron 'El Gigante' y en algún momento, según un entrenador, era capaz de pasar “caminando” la eliminatoria), pero en otros conoció el fracaso, la incertidumbre y hasta la vergüenza como sucedió en el último Hexagonal Final rumbo al Mundial 2014, cuando dependió de un tercero y yo diría que de la propia mediocridad del área para ganar el boleto (vía repechaje contra Nueva Zelanda) para Brasil.

Pero yo creo que las condiciones están dadas para que no ocurra otro ‘Aztecazo’. Y no porque Costa Rica carezca de capacidades como equipo de futbol.

Habrá que recordar lo que esta selección centroamericana (con otro entrenador y algunos futbolistas diferentes) logró en último Mundial y que hoy, con el profesor Óscar Ramírez al frente y elementos de gran experiencia y valía como Keylor Navas, Bryan Ruiz, Celso Borges, Oscar Duarte, Cristian Bolaños y Joel Campbell, tienen muy buenas posibilidades de ganar este viernes por la noche en la Ciudad de México.

Sin embargo, la mayor fortaleza de la Selección Mexicana radica en la estabilidad (primero emocional y luego futbolística) que ha logrado Juan Carlos Osorio y que veremos en una escuadra capaz de combinar talento, experiencia y juventud. Desde el liderazgo del legendario Rafael Márquez, la indudable clase de Carlos Vela y hasta el ímpetu y la juventud de Jürguen Damm o de Orbelín Pineda.

México mostró, en el inicio de este Hexagonal Final, con dos peligrosas visitas a Estados Unidos y a Panamá, que Osorio ha podido colocar cada pieza en su sitio y que el descontrol de sus primeros meses se ha superado.

México piensa hoy en clasificarse al Mundial de Rusia 2018 y luego demostrar que puede competir en otro nivel cuando afronte, durante el verano, la Copa de las Confederaciones.

 El ‘Aztecazo’ existió. Nadie en el futbol mexicano lo puede negar. Fue una clara advertencia de que la supremacía total del área se había terminado para la Selección de México.

Hoy, el Estadio Azteca no es inexpugnable. No es que 'cualquiera' pueda ganar, porque Costa Rica no es un 'cualquiera' en el mundo del futbol, pero los partidos, los puntos y los goles serán más disputados.

Tenemos un buen juego esta noche. México es favorito. Con eso debe bastar para imponerse y sumar tres puntos.

Pero este día no habrá otro ‘Aztecazo’, porque con el paso del tiempo y la realidad, hemos perdido algo mas que un juego en el Estadio Azteca: nuestra propia capacidad de asombro sobre lo que puede hacer y no hacer la Selección Mexicana de futbol.