LAS VEGAS, Nevada.- Tal parece que ha llegado el momento propicio para que Saúl ‘Canelo’ Álvarez represente dignamente a la ‘especie deportiva’ a la que, aparentemente, pertenece: la de la clase más alta, privilegiada y refinada del sagrado boxeo mexicano.
Hasta ahora es innegable que cada vez que suena la campana y que él sale al ring, abre dudas sobre si está más lejos o más cerca de nombres como el de Chávez, el de Oscar de La Hoya, Márquez, Morales, ‘Mantequilla’, Olivares, Barrera o ‘Finito’ López. Todos sabemos que tiene potencial, que tan sólo tiene 25 años, que puede mostrar más y mejores condiciones encima del cuadrilátero, pero ¿cuándo?, ese cuándo es impostergable y necesario ya, ¿cuándo saldremos de la arena gritando a los cuatro vientos que ha comenzado verdaderamente ‘la era del Canelo’? Saúl Álvarez tiene que dar ese paso y separarse de una vez, y para siempre, de una imagen donde parece más un personaje favorecido por las necesidades y las carencias que tiene la industria boxística de un ídolo que por sus propias características como boxeador.
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