Por mi raza hablará el futbol

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Opiniones, análisis y puntos de vista de los principales columnistas deportivos de RÉCORD. Entérate de lo que piensan los expertos del futbol mexicano y más.

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El primero y quizás el más sagrado de los ’Mandamientos Pumas’ es muy claro y preciso: “Siempre le ganarás al América...”. El domingo, Pumas hizo lo que le indican sus divinos pergaminos de culto: Ganarle al América. Punto.

Caminé por los impresionantes acantilados, pasillos y campos de futbol de ese sitio que en Pumas llaman La Cantera. Había una ‘luz’, una mirada cautivante, una risa de satisfacción profunda en cada chico que me encontraba a mi paso con la camiseta del rostro del puma sobre el pecho, el balón entre las manos y el inconfundible sonido de los tachones sobre el cemento. Para ellos, para esos niños de 10, 11, 12 años, ‘el premio’ y el aprendizaje más  importante se había cumplido: los Pumas venciendo y eliminando al América.

Nadie que no sea de “corazón azul y de piel dorada” -como lo dicen ellos- puede entender y dimensionar  lo que para Pumas significa ganarle al América. Desde que el niño llega a La Cantera con la intención de convertirse en futbolista profesional y defender los colores de Pumas, comprende y le hacen comprender que la competencia con el América es la parte más importante de su existencia y de su desarrollo. Ganarle, como sea, es una cuestión de orgullo, de convicción y hasta de lealtad para sus colores. Lo mismo pude constatar en cada uno de los preciosos momentos que viví el domingo en el Estadio Olímpico Universitario, donde el sufrimiento de los aficionados presentó escenas dramáticas y al mismo tiempo reconfortantes de lo que significa la batalla. Hoy en día me queda claro que por encima de cualquier otra combinación, el Pumas-América, el Clásico que alguna vez Jose Ramón Fernández potenció,  es el duelo de mayores condiciones pasionales que existe en el futbol de México.

Me parece que el América cumplió dignamente con la exhibición del domingo. Me parece, también, que ‘lloró’ demasiado su eliminación, cuando su propia indisciplina termino perjudicándoles. El tema de una aparente insinuación o de declaración  racista de Darío Verón para con Carlos Darwin Quintero habrá que investigarlo. Yo le creo, por ahora, al capitán de los Pumas.

Pumas tiene, sin embargo, una semana de nuevos y frescos retos por delante: para ganar  el quinto campeonato en torneos cortos tendrá que vencer a uno de los equipos de más condiciones que jamás se recuerde en la historia del futbol mexicano. Tigres tiene un gran plantel, rico, lleno de excesos y de argumentos y a un entrenador cuyo nivel y capacidad esta fuera de cualquier discusión.

Pero la Final entre Tigres y Pumas tiene una esencia y un sabor común: el futbol y La Cantera, el futbol y el Pedregal, el futbol y la Universidad. Y basta con mencionar algunos nombres: Guillermo Vázquez, Ricardo Ferretti, Miguel Mejía Barón, Antonio Sancho, Ariel González y Guillermo Orta, todos ellos, forjados y marcados, futbolisticamente, en el campus y que han podido, basados en esa escuela, en sus métodos, en su idiosincrasia y experiencia conducir un futbol con aromas pumas.

Podemos tener frente a nosotros una gran Final. Aquellos que creen que los nombres de Tigres y la presencia de Ferreti marcan una notable diferencia con respecto al nivel que ha tenido Pumas en la Fase Final del campeonato y en la Liguilla podrían estar equivocados. Los partidos de futbol hay que ganarlos y cada uno de ellos es distinto. Pumas encontrará la manera de volver a agruparse como el equipo que fue el mejor del campeonato regular, un cuadro solido, serio y altamente competitivo que juega sin complejos y que basa en el equilibrio una de sus principales razones del éxito. Los críticos de Memo Vázquez deben reconocer en él la capacidad que ha tenido para con un plantel que no se compara con el de Tigres, América o Monterrey, haber llegado a este final, siendo, insisto, el mejor del campeonato.

Aunque sufrió y sufrió en serio, Pumas cumplió con una de sus grandes encomiendas y necesidades como equipo de futbol: ganarle al América. Hoy, esta en una Final de manera merecida, en una Final que por donde se le vea, tiene aromas y esencias que le ligan a una de las grandes escuelas que existen en el futbol de México: la escuela de los Pumas de la Universidad Nacional.