El Chivas contra Atlético de San Luis fue un partido que no presentó un grado de dificultad alto para César Ramos.
Se dieron 26 faltas y 6 tarjetas, de la las cuales, en mi opinión, se pudo ahorrar 3, ya que algunas les dio un valor muy bajo.
Le dio buena fluidez al partido y dejó de sancionar fueras de juego que señalaban tarde sus asistentes. La expulsión de Catalán estuvo bien por doble amarilla.




