El anuncio del retiro de Gerardo Torrado del futbol mexicano y su ingreso a la North American Soccer League (NASL) no tendría que ser una razón para celebrar. Esta Liga no es la estelar de los Estados Unidos y por supuesto que no es la mejor manera de seguir con su carrera para un futbolista de la trayectoria que se supone tiene este mediocampista.
¿El Indy Eleven? Debe ser una broma, porque ni siquiera está cerca del arriesgado movimiento que Torrado realizó cuando salió de Pumas para enlistarse en el futbol español y todo lo que esto movió no sólo en su camino, sino en el futbol mexicano. ¿La NASL? Ni siquiera se trata de la Major League Soccer y es, más bien, la Segunda División de este país.
Hubiera sido mejor un retiro en el primer partido del siguiente torneo con el Cruz Azul, que al desearle suerte en esta nueva etapa, suena más bien a que obtuvieron un alivio al no tener que pagar su elevado salario y abrir la posibilidad de la llegada de otro futbolista con el que obtengan mejores resultados.
Pero así lo decidió el mediocampista, quien además anunció que en sus planes está el ser entrenador después de cumplir con su nuevo y flamante equipo. Quizá piense en iniciar esa otra faceta en ese futbol de poco nombre, a pesar de que fue ahí en donde el español Raúl terminó su carrera.
Si se ha catalogado a la MLS como una Liga en la que los futbolistas de Europa sólo van a cobrar grandes cantidades de dinero por un pobre futbol, qué podemos decir de la NASL con todo y que tenga inversionistas como Paolo Maldini o Ronaldo. No hay punto de comparación, no se entiende la decisión de Torrado, a menos de que lo vea como un negocio a futuro.
Se trata de una Liga con menos de diez años de historia y apenas 13 equipos, en los que la calidad del futbol no puede compararse ni siquiera con los del Ascenso MX, debido a que no tienen nada en juego y ni siquiera una conexión con la Liga superior de este país.
En esta competencia han jugado futbolistas mexicanos como Javier Saavedra, Óscar Dautt y Alejandro Vela. A esa Liga se va Gerardo Torrado, quien si bien no ganó un solo título en nuestro país (uno importante, no la Copa MX), no se comprende la decisión que ha tomado. Mejor hubiera jugado en el Ascenso MX y eso tampoco era algo espectacular.
Si se trata de jugar por jugar, mejor cualquier otra forma. Si se trata de mantenerse vigente alguien tuvo que decirle a Torrado que se va a perder como muchos otros, hasta que decida regresar a nuestro país, ya sea como entrenador o como directivo, y vuelva a tomar un papel protagónico en un futbol de alta competencia y no así. De lo contrario, mejor el retiro definitivo.




