Gane o pierda la Final del Apertura 2015, antes de hacer valoraciones de lo que suceda a partir de esta noche en el Universitario de Monterrey y en el Olímpico Universitario de la Ciudad de México el próximo domingo, Ricardo Ferretti debe ser considerado el personaje más exitoso del año, por ende el mejor entrenador y hacer un reconocimiento especial a su labor de unión y sensatez cuando estuvo al frente de la Selección Nacional.
Años y años en el banquillo, personalidad única y característica envidiable al nunca haber sido cesado de su cargo. Simplemente es hoy en día el máximo líder del futbol mexicano entre los entrenadores y ganó alta credibilidad después del trabajo que realizó como emergente, como el ‘salvador’ del proyecto Copa Confederaciones 2017, mostrando sabiduría en manejos grupales en todas sus expresiones, desde el futbolista pasando por los directivos, medios de comunicación y afición. Nadie había sido tan apoyado y conservado una imagen limpia y sana al frente de la Selección Nacional en toda su reciente historia. Lo hizo el buen Tuca Ferretti porque el ser inteligente es a veces más importante que ser buen estratega o un personaje mediático.
El éxito de los Tigres no se debe solamente a las grandes cantidades de dinero que invierten en jugadores. Desde el retorno del Tuca Ferretti en Monterrey hay solamente un equipo de futbol que muestra cordura, confianza y es la imagen a seguir de su archirrival en el campo, los Rayados de Monterrey. Mientras en el Barrial se la pasan comprando caro y despidiendo entrenadores, en Zuazua los proyectos son a largo plazo y sin caprichos directivos. Son el agua y el aceite, claro que los éxitos recientes del Monterrey tienen un responsable que no por eso quiere decir que la estructura sea la correcta, porque Víctor Manuel Vucetich está en la escala de talento y calidad solamente a milímetros detrás de Ferretti. Pero fueron esporádicos y poco constantes en sus decisiones e ideas a diferencia de la continuidad y paciencia de Tigres.
Finalista hace un año contra América; finalista hace seis meses ante River Plate y hoy finalista ante Pumas. Constancia que se debe ver reflejada levantando el título del futbol mexicano, lo sabe Ferretti que por más piropos el éxito también debe ser demostrado en las vitrinas del club depositando trofeos.
Si la Liga MX fuera la NFL, no hay duda que el Entrenador del Año sería Ferretti, nadie se le acerca ni a los talones en lo que pudo plasmar este 2015. Colmilludo, grosero, polémico, sarcástico, agrio pero también simpático, amable, decente y trabajador. No hay escándalo que lo marque en su carrera, ni de futbolista ni como entrenador, pocos, muy pocos en este medio lo pueden presumir igual que él.
Tigres es el Tuca pero Tuca no es Tigres, ha dejado su escuela en el rival de esta noche, pero a fuerza de ser sinceros, el campeonato obtenido por los Pumas en el 2011 fue herencia de Ferretti a Guillermo Vázquez, quien se hizo adulto como estratega bajo la enseñanza del brasileño-mexicano. Memo le debe a Tuca mucho de lo que es hoy en día y a diferencia de algunos otros entrenadores que niegan a sus guías y profesores, Vázquez es el primero en reconocer lo que el Tuca significa para él y el futbol mexicano.




