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Opinión

Ignacio Suárez

El Fantasma ha recorrido el mundo del deporte a través de 6 Mundiales, 10 Copas América y 5 JO. Aportará a RÉCORD su conocimiento y exclusivas.

Carlos Ahumada y un partido arreglado (Entrega final)

2019-09-25 | IGNACIO SUÁREZ
IGNACIO SUÁREZ
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Como sucede en las películas de acción, la camioneta Van verde blindada, en su huída a toda velocidad, arrasó con la puerta del estadio y estuvo a punto de arrollar a varios aficionados que se encontraron a su paso. El comando del Cártel de Ahumada había sido vencido y debió replegarse para evitar ser capturados por la policía municipal de Irapuato.

El camillero del IMSS, de incógnito con la máscara de Blue Demon, estaba eufórico. Se guardó la pistola hechiza de diábolos en los calzones para evitar líos con la justicia, y con la mano y el puño en alto, comenzó su arenga: ¡Somos Freseros y aquí nadie nos va a mandar! ¡Nadie nos va a robar lo que es nuestro! 

Sabían que esa batalla la habían ganado pero también estaban seguros que el Cártel de Ahumada vendería cara la derrota; tenían dinero, relaciones y mucho poder político, mucho. “No pensamos que el presidente municipal de Irapuato traicionara al Gobernador Hicks, eran del mismo partido pero la rivalidad entre estas dos ciudades pudo más. Todo lo habíamos planchado con su gente, principalmente con Juan Manuel Oliva, que si mal no recuerdo era el secretario de Gobierno.

"De hecho, él ya se hacía gobernador, porque hasta planeaba negocios con mi jefe. De hecho, lo fue tres años después. Pero en aquel momento, con su operativo, la cagó y cuando tronó la reunión en Silao, estaba super encabronado. Dijo que la carrera de Ricardo Ortiz (presidente municipal) estaba acabada”, recordó mi informante. 

"¿Tanto poder tenía Ahumada en Guanajuato también?", le pregunté de inmediato, a lo que respondió con otra pregunta. “Me extraña, Fantasma, ¿acaso no sabes quién era el socio de mi jefe como dueño del León?". "No lo sé, ¿tenía socios?", respondí. "Sí, para efectos legales en la empresa que 'compró' a Zermeño, aparecía Ignacio Morales Rivas como socio, ¿te suena el nombre?. Su 'papi' es Ignacio Morales Lechuga, quien le hizo el favor a Carlos (Ahumada) y puso a su hijo de parapeto ". "¿Morales Lechuga el que fue procurador de la República con Carlos Salinas?", le pregunté sorprendido.

“Así es, el mismo. Luego Salinas lo convirtió en el 'notario de las estrellas', a mi jefe (Ahumada) le aperturó muchas empresas y fue socio en otras, se hicieron íntimos y socios. Una noche, cenamos en la casa las Lomas de Zhenli Ye Gon, al que le encontraron mas de 200 millones de dólares en efectivo. No pongas esa cara. Sí, la misma que acaban de rematar en 90 millones para dárselas a los medallistas Panamericanos. ¿Quién era el notario del oriental? Pues Morales Lechuga, el 'Negrito', trabajaba con puros pesos pesados, muchos de ellos en malos pasos. De hecho, fue gracias a él (Morales Lechuga) y sus contactos que liberaron a mi jefe cuando lo clavaron al 'bote'. ¡Todavía preguntas el por qué no hablé antes!", y ambos nos carcajeamos.

En la misma madrugada del viernes, el celular del llamado 'Chivo', uno de los líderes de 'Los hijos de la mermelada', no dejaba de sonar con números y claves lada que le eran desconocidos. No había llegado a su casa; afuera de esta había un auto sospechoso estacionado y prefirió pedir posada a la casa de una tía. Su familia estaba aterrada, su madre lloraba, temían lo peor. Hasta ese momento supo los alcances y la magnitud del enemigo que se había echado a la espalda.

A la media noche, tocaron la puerta de la tía. Se asomaron por la ventana, eran los de Seguridad Pública que ya lo tenía detectado y le pidieron que se moviera de ahí, le dijeron que no era un lugar seguro y terminó en casa de unos amigos. Desde ese momento, le pusieron vigilancia encubierta. El presidente municipal y Félix Servín, director de la policía, querían una reunión con los líderes de 'Los hijos de la mermelada' al día siguiente para diseñar una estrategia de control y resguardo. Lo necesitaban sano y salvo.

La mañana de aquel viernes, y después de sonar el celular con insistencia del mismo número, el 'Chivo' decidió al fin responder. Del otro lado, escuchó una voz sudamericana que le escupía insultos y amenazas al por mayor. "¡La concha de tu madre, no sabes con quien te metiste! ¡Te vas a morir, hijo de pu... !". "¡Pues a ver a cómo nos toca cuando te encontremos mi gente y yo, hijo de la ching... !", le respondió el líder antes de colgar el teléfono. La seguridad y valentía era una pose, por dentro tenía miedo, mucho miedo. Su familia estaba en riesgo y eso le dolía en el alma.

En el otro campo de batalla, otro operativo estaba en proceso. “Hubo varias reuniones, varios planes pero todos con la misma finalidad: ¡reventar el juego! Teníamos que hacer un super pedo, buscar agresiones para que pararan el partido por falta de garantías. Mandamos una camioneta blindada de avanzada que iba a ser la ruta de escape de los Carlos, por si se alborotaba la gente. Ellos iban a ir al frente de manera visible del autobús cantando o aplaudiendo para enfurecer a la turba y provocar la agresión. A los dos o tres vidrios estrellados, la orden era que el chofer ya no llegara al estadio; alegaríamos falta de garantías. Obligaríamos a la Federación a llevarlo a otro lado", me asegura mi informante.

“Si ponían mucha seguridad, esos traidores del municipio pues evidentemente que eso no iba a suceder, así que diseñamos un plan 'B', el cual consistía en llegar mucho antes al estadio. Los Carlos (Ahumada y Reinoso) serían la carnada para provocar a esos pinches nacos de la porra. ¡Dejámelos a mi, me van a querer bajar a matar!, le dijo Reinoso a mi jefe. Ya teníamos diseñada la ruta de escape si invadían la cancha y salir ilesos”.

En las oficinas del presidente municipal de Irapuato, había también una reunión cumbre para planear la defensa del estadio. Estaban seguros que habría provocación y el plan diseñado por el director de seguridad del municipio y el de la policía era precisamente evitar a toda costa esos encontronazos; para ello necesitaban del liderazgo y apoyo de 'Los hijos de la mermelada', para controlar a la gente contándoles el plan.

Con sus tenis Converse y los pies sobre el escritorio del presidente municipal, con esa desfachatez que da la juventud, el 'Chivo' dio aval e ideas. Él controlaría con su gente a todo el entorno para evitar, NO las mentadas, pero SÍ cualquier tipo de agresión, pero… ¿y si metían reventadores al estadio como en los toros y lanzaban cosas? Bueno, ese tema lo tendrían que prevenir.

Como si se leyeran la mente, en León justamente pensaban en ello. Un grupo de seguridad élite, vestidos como aficionados, se infiltrarían entre la porra del Irapuato. Llevarían petardos, monedas, para azuzar a los aficionados y agredir a los silbantes, o incluso, a los propios jugadores del León. Sí, así como lo oyen, agredir a sus propios jugadores; así no levantarían sospechas.

“Si se tenían que brincar la alambrada, la instrucción era que lo hicieran, Fantasma". "¿Y entonces, por qué no sucedió?", pregunté de inmediato. "Porque la cag... El hijo de put... del líder, pensó que el sector más vulnerable y susceptible para provocar era a los revoltosos de 'Los hijos de la mermelada'. Engancharlos sería pan comido… y la cag..., Fantasma ¡la cagamos!

“En el partido de ida, tampoco nos salió. Ahí mandamos a un chavo de las reservas a la cancha para que insultara a los jugadores para provocar expulsiones, pero como nos iban ganando no se engancharon. Televisa sacó un video de eso, chécalo con tus cuates ahí. De todo lo que te digo, incluido los espionajes existen aún los videos, lo que habla Codesal con los árbitros, un día van a aparecer, verás", me dijo.

En Irapuato, Ricardo Ortiz, el presidente municipal, escuchaba con atención el plan que tenía su director Félix Servín: “¿A ver, 'Chivo', ustedes conocen a toda la gente que está en su tribuna, verdad?". "¡Sí, claro!". "Pues ustedes serán claves. Necesito que tu gente se ponga muy trucha, que detecten a cualquier persona ajena a su grupo y que nos lo hagan saber de inmediato con gente encubierta que les voy a poner. En las otras tribunas, haré lo mismo. Necesitamos estar a las vivas, para reaccionar de inmediato". "¡Entendido!".

La llegada al estadio fue como estaba planeada por los dos bandos. Las imágenes de los reportajes de David Failtelson para TV Azteca, como el de Javier Sahagún para Televisa, NO dejan lugar a dudas. Se ve a un Reinoso y Ahumada en primera fila, aplaudiendo, cantando, provocando… No sabían que los aficionados que les mentaban la madre con singular alegría, también estaban aleccionados; claro que insultaron, pero NO agredieron ¡Ni con el pétalo de una rosa tocaron al autobús del León!

Entonces, el Cártel de Ahumada tuvo que pasar al plan 'B': ¡provocar a la porra! De manera temeraria e irresponsable, y cuando faltaba más de una hora para el inicio del juego de Vuelta, Reinoso, con cigarro en mano, y Ahumada de lentes, se acercaron a donde 'Los hijos de la mermelada'. Para ello también estaban aleccionados, se encendieron ante las provocaciones del técnico: “¡Griten, pinches rancheros!, nos decía Reinoso, nos hacía señas juntando los dedos en señal de que le teníamos miedo y nos retaba a saltarnos para rompernos la madre. Nos veía y se burlaba. Nosotros aguantamos como quedamos, eso si, ¡le mentamos la madre hasta que nos cansamos! Y en el colmo del cinismo, todavía nos acuso de insultos", nos dijo uno de los lídertes.

“Mi jefe tenía miedo, por eso NO se acercó tanto, ahí era tema de Carlos (Reinoso), cuando le mandamos mensaje a uno de los infiltrados que teníamos en esa zona de la porra para que se brincara la alambrada. Más tardó en pararse que esos hijos de put... ya lo habían detectado y agarrado y mandado con la policia. Cuando nos paso así con el segundo, supimos que nos habían descubierto y no teníamos gente en otras tribunas. ¡Nos pescaron a ocho igual! ¡se nos acabaron las balas! ¡valimos madre!", y mueve la cabeza al recordarlo

En el juego de ajedrez de tácticas policiacas, Irapuato lo había ganado en las tribunas. En la cancha sucedió lo mismo, cuando cayó el gol de Ferreira a pocos minutos del final, provocó que Ahumada, mentando madres, abandonara derrotado el estadio. Dicen que pateó la portezuela de la camioneta blindada, dio varios manotazos en el toldo antes de subir y huir.

Irapuato logró el Ascenso. Sus jugadores le habían cumplido la promesa hecha a Tirso Martinez aquella tarde en 'La Primavera', aquel 2003. Aquella noche, el 'Patrón' recibió la alegría más grande que le dio el futbol con uno de sus equipos.

"¡A huevo!, el 'Colorado' (Irapuato) salió más chingón que el 'Verde' (León)”, dicen que dijo Tirso eufórico aquella noche, al fin y al cabo todos sabían que los gallos de pelea era su mayor afición y las mujeres su devoción. El resto de la historia usted la conoce. Al llegar a Primera, los pagos de sueldos con dólares en efectivo en sobres amarillos siguieron llegando. De vez en vez, los jugadores veían llegar el Ferrari o el Lamborghini del 'Patrón' cuando iba a ver sus juegos, antes de que vendiera sus franquicias a Doña Fede en 10 millones de dólares.

 

Once años después de aquella historia en Irapuato, en la avenida Antonio la 'Tota' Carbajal de la ciudad de León, muy cerca de la 'Martinica', federales encubiertos le piden a un modesto Chevy que se detenga y le piden que se identifique. Su credencial dice que es Luis Ángel Aguilar, pero una copia de la CURP está a nombre de Tirso Martínez Sánchez. ¡Ha sido descubierto y será extraditado a los Estados Unidos! El perfil bajo que utilizó como camuflaje, ya no sirvió.

El juego terminó. Y esta historia también. A lo lejos, parece que podemos escuchar las estrofas de la rola que la banda 'Manita de puerko' de el 'Chiv' compuso, recordando aquella su noche, su hazaña…
 

“...toda la banda mentaba madres,

pedía cuentas a los de azul,

paciente aguardaba 'La mermelada',

ídolos de la afición,

la gente estaba armada,

con piedras y palos,

con pistolas hechizas,

pero un gran corazón...”

 

“El coraje no es tener la fortaleza de seguir adelante; es seguir adelante cuando no tienes la fuerza”

Theodore Roosevelt

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