Cabeza alta, Vaqueros

No hay nada qué reclamar, no hay nada qué reprocharse. Los Vaqueros de Dallas cayeron contra el mejor, contra un gran rival, el cual hizo lo que tenía que hacer en el momento decisivo y es acierto de Aaron Rodgers, no es defecto de los ‘Cowboys’; simplemente hay veces que los jugadores hacen cosas improbables e indefendibles.

Rodgers lanzó un pase a su ala cerrada Jared Cook, dejando 3 segundos en el reloj y dándole oportunidad a Mason Crosby de patear un gol de campo de 51 yardas, el cual entró rozando el poste izquierdo y así se definió un enorme partido.

Pero una jugada previa, Rodgers había sido capturado por Jeff Heath, por su lado ciego y no soltó el balón, tanto mérito haber aguantado ese golpe, como mérito la jugada que dejó a los ‘Packers’ en la yarda 35 de territorio contrario para ganar el juego de Ronda Divisional.

Afición de los Vaqueros, por fin podemos ver que realmente hay un futuro promisorio en la franquicia. Los 11 jugadores de la ofensiva que se presentaron ayer ante Green Bay llegaron vía Draft o alguno de ellos que no fueron seleccionados. 

Dak y ‘Zeke’ son una promesa real y le darán una gran estabilidad al ataque junto con Dez Bryant y una línea ofensiva que es una muralla.

No tengo duda de que los ‘Cowboys’ estarán peleando en estas instancias por muchos años y que pronto los resultados serán mejor que llegar a un partido en la Ronda Divisional.

Por su parte, Rodgers demostró una vez más que en habilidad y atleticismo en la posición, no hay absolutamente nadie mejor que él, pero deberá reflejarlo en campeonatos. Se viene una intensa batalla ofensiva en Atlanta.

Lo de Tom Brady y Bill Belichick raya en lo ridículo, si no que ya lo es. Once veces han llegado al campeonato de la Conferencia Americana en 15 temporadas, seis de ellas de forma consecutiva. Es simplemente inconcebible.