La noche del lunes caí muerto de cansancio, fue un día muy largo y una noche previa al viaje no dormí de la emoción por cubrir un evento de esta envergadura (no me gusta esa palabra, pero es la que me vino a la mente).
Así que ni siquiera desempaqué, preferí pararme a las 6 am y hacerlo en la mañana del martes.
Había que salir del hotel a las 8 am rumbo al media center que está a unos 30 minutos para de ahí tomar el camión que la liga pone al servicio de los medios, que nos llevaría con los Broncos y Panthers, de nuevo escoltados y aún así, es una hora y veinte minutos de camino, se hacen eternos.
Los hoteles donde se hospedan los equipos no son nada fuera de lo normal, recuerdo el año pasado en Phoenix eran literalmente unos fortines, inmensos, con campos de golf y totalmente alejados de la ciudad.
En esta ocasión ambos están en San José, seguramente para estár lo más cerca del estadio y no pasar mucho tiempo en transportación.
Hablaron los coaches y algunos jugadores, en mi columna detalles de lo que dijeron.
En la noche se celebrará la fiesta de medios, será en la parte de San Francisco a la que le llaman Super Bowl City. Por cuestiones del cierre de la edición no les podré contar que tal me fue, pero mañana les doy detalles de la misma.
