Laura Garza
@lauragarza
Fotógrafa, comunicadora, analista de imagen y editora de fotografía. Ha creado un espacio de análisis visual a partir de momentos fotografiados en el mundo de la política y de los personajes más destacados a nivel mundial.
¡Qué Rayadas!
Sin duda esta final del Torneo Apertura 2024 fue digna de la 1 y la 2 de la Tabla General, las Rayadas del Monterrey y las Amazonas de la UANL, podríamos decir que no había manera de pensar en ningún otro equipo.
Por supuesto escribo esta columna con la pasión de una exjugadora de futbol, fanática y seguidora del futbol femenil y ni qué decir que 100% regia.
Las Amazonas con su reinado en la Liga Femenil, sus seis campeonatos y el nivel altísimo que las identifica con jugadoras de 10 como Lizbeth Ovalle, Ana Díaz, Anika Rodriguez, Stephanie Mayor, Jenni Hermoso y Thembi.
Las Rayadas cerraron como líderes este torneo y como la mejor defensiva llegaron a la Final motivadas después de golear al Pachuca en la Semifinal.
Vivimos la sexta final entre los dos equipos, y esta fue cardiaca, emocionante, con goles, penales y mucho corazón. Lo que parecía ya un triunfo para las Amazonas al medio tiempo con un marcador global de 3-0 ante unas Rayadas dudosas, sin mucha entereza, ni garra, el descanso les vino bien para cambiar de mentalidad.
Las de casa salieron encendidas y en el minuto 52 Tanna Sánchez ponía la ilusión, y casi cuatro minutos después Lucia García se aventaba una chilena y nos hacía gritar a todos con un segundo gol que nos acercaba a nuestras máximas rivales.
A solo 1 gol de diferencia, la misma jugadora que nos había hecho gritar con ese golazo, le metía un pisotón a la Maga Ovalle en área chica y se nos marcaba un penal en contra, mismo que la portera rayada le bloquearía.
La pasión entre estos dos equipos regios era de esperarse, los más de 50 mil aficionados que se dieron cita en el Volcán de Acero y los que estuvimos viendo la transmisión a distancia con los chats en Whatsapp comenzábamos a creer cada vez más que llegaría el tercer gol.
Llegábamos a los 90 minutos y se agregaban 8 más, y un minuto antes de terminar, Katty Martínez, la jugadora que más finales ha jugado, pero que había tenido un pésimo torneo frente a la portería, se quitó la espina y anotó el tercer gol para empatar y hacer enloquecer al estadio completo.
A un minuto de terminar, las Rayadas lograron empatar el marcador. Mientras la DT de Rayadas corría a la banca a plantear las tiradoras de los penales, Milagros Martínez no podía creerlo, su rostro se había desencajado y todo lo ganado había sido borrado para pelear el campeonato en tanda de penales.
Fue una final que cualquier aficionado al futbol desea vivir, si usted quiere con el varonil o femenil, pero de eso se trata el último partido del torneo, de tener momentos cardiacos, de ver goles, de ver futbol, de sentir la pasión, de gritar y por supuesto de sufrir, al final llegan los dos mejores y solo uno puede llevarse la copa.
El futbol regiomontano es lo que es gracias a su afición y a las dos instituciones que nunca han dejado de invertir, de crear proyectos que alimenten esa pasión que se vive en el estado.
El día de ayer más de 52 mil aficionados llenaron el estadio BBVA, la gente fue a ver el partido de las mujeres, las dos aficiones aplaudiéndole a sus equipos. El espectacular inicio que tuvieron en el juego de ida en el Volcán de la UANL fue brutal y esta vez, la Copa se quedó en casa.
No hay mas que felicitar a ambas escuadras, jugadoras y directivas por el gran nivel que han dado desde que inició la Liga Femenil en México. Han sido once finales con equipos regios, seis para Tigres y hoy ya cuatro para Rayadas.
Sigamos apostando por más apoyo mediático, por más reflexión del futbol femenil, más análisis en las mesas deportivas, porque eso también exigirá el nivel de juego.
A siete años de su creación, la Liga Femenil ha respondido, ha crecido y ha ofrecido un producto de calidad.
¡Felicidades, BiCampeonas!