opinion.blog.luis-garcia.seleccion-sub-17-segundo-peldano
Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Selección Sub 17: segundo peldaño

2019-11-19 | Luis García
LUIS GARCíA
Comparte en:
Contenido Patrocinado

México en esta categoría es una colorida potencia. Es fabuloso observar cada ocasión que llega una Copa del Mundo de esta edad cómo la Selección Nacional es un natural contendiente, es considerado favorito para llegar a las últimas instancias, y nunca desacredita su condición de referente.

En Brasil pasó lo mismo. Fueron un monolítico equipo que compitió de formar rabiosa, inteligente y con un temple digno de adultos. Existen múltiples aspectos por los cuales alegrarse y reconocerles. Me quedo con tu aplomo, Eduardo García; con la sabiduría de ustedes, Víctor Guzmán y Jesús Gómez, para ensamblar una excelsa pareja de defensores centrales; con tu liderazgo y raza, Eugenio Pizzuto; con tu extraño arte, Efraín Álvarez, y con tu descomunal presencia, Santiago Muñoz.

Y también con los buenos complementos y revulsivos que fueron otros tantos jóvenes mexicanos que lidiaron cada batalla con desparpajo y estirpe. Lo tuyo, Marco Antonio 'Chima' Ruiz, también resultó magnífico. Tuve el honor de conocerte como compañero de equipo en Chivas, y sé de tu necedad, generosidad y valentía. Eres un hombre a carta cabal, sin dobleces, que tuvo un preponderante papel en el éxito mexicano.

Perdieron la Copa; doloroso, sin duda alguna. Claudicaron ante un sublime rival. En el trámite general del duelo los brasileños fueron mejores, generaron múltiples opciones de gol fallando algunas de ellas de grosera manera. Si algo caracterizó a los jóvenes mexicanos fue su capacidad de sufrimiento. Saber resguardarse durante la tormenta es también una plausible habilidad, entender que en ciertos pasajes de cualquier partido de futbol serás dominado y superado nos habla de chamacos con cacumen.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: PARÍS: LEAGUE OF LEGENDS 

Y así fue. Ante Brasil hubo momentos en donde el agobio fue insostenible. La marejada verdeamarela, sobre todo en el primer tiempo, fue brutal. Los nacionales supieron atrincherarse y poco a poco sacaron la cabeza, luego el cuerpo y al final los pies. Equilibraron el combate, y con el sello de la casa, la táctica fija, la pelota detenida, pusieron a parir al pueblo brasileño. Vino el penalti, dudoso sin duda, rigorista también. Podremos debatir eternidades sobre la señalización del mismo, pero lo que resulta más triste es nuestra barata costumbre de responsabilizar a un tercero de nuestras caídas.

Como mexicanos lo hacemos en todos los aspectos de la vida, por supuesto que en donde más es en el futbol. Al ser el deporte más popular ponemos en él todas nuestras expectativas de felicidad, por ende, se vuelve más evidente nuestra frustración ante algo que pensamos es un atropello. Pero si hacemos un pequeño ejercicio de reflexión, no es sólo en el deporte que más amamos en donde buscamos un culpable cuando las cosas no giran en nuestro favor. Lo hacemos en nuestro día a día, en cualquier tópico, la simpleza con la que acusamos a alguien más de nuestras miserias es terrorífico.

La mejora personal es la compresión de que somos individualmente responsables de todo lo que sucede en nuestra vida sin importar las circunstancias externas. Si cuando ganamos en lo que sea no somos capaces de señalar a un tercero como culpable del triunfo, dejemos de culpar a un ajeno cuando tropezamos. Fuera de este pensamiento, uno debe rendirse ante una grandiosa camada de jóvenes futbolistas mexicanos que desafiaron a quienes se les pusieron enfrente.

Contenido Patrocinado