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Del interinato al ejemplo de liderazgo: Vicente Sánchez y el arte de construir

María del Mar Salinas

María del Mar Salinas

Con más de 20 años de experiencia en comunicación estratégica, actualmente se desempeña como coach ejecutivo y de vida, abordando cada situación con empatía y desde diferentes perspectivas.

MARÍA DEL MAR SALINAS
| 08 Mayo, 2025

El liderazgo no se construye con aplausos, con ego, ni con entradas triunfales, el verdadero liderazgo se construye en silencio, con valores y con claridad en el propósito. Vicente Sánchez, DT del Cruz Azul, es el ejemplo vivo de que no siempre gana el más ruidoso.

Sánchez ocupó el banquillo de manera emergente, era quien estaba más a la mano para salir a la canchas después de que Anselmi dejara colgado al equipo y lo que se decía “temporal” ha logrado una racha de 16 partidos invictos clasificando al equipo en tercera posición de la tabla y llevándolo a la final de la Concachampions. Desde el primer día su enfoque se ha basado en construir desde la actitud, la disciplina y el enfoque diario.

Vicente sabe que los grandes resultados no son el punto de partida, sino la consecuencia de una mentalidad y actitud disciplinada, siempre y únicamente pensando en el siguiente encuentro, sin mirar obsesivamente el trofeo. "Estoy pensando en el próximo rival, yo voy partido a partido, vivo un día a la vez."

Pero la poca historia que lleva Sánchez en el equipo de la Noria, a pesar de los buenos resultados, ha estado plagada de duras críticas, incluso de leyendas del club como Carlos Hermosillo, exgoleador de Cruz Azul, quién escupió sin filtro: "Que juegan para el culo, parece que no estuviste con Anselmi. Ahora es un desastre."

Su estilo de juego más conservador también ha generado conflictos con la afición, sin embargo, el entrenador no se ha dejado intimidar ni ha reaccionado, esto habla de resiliencia; no necesita validación externa constante, está enfocado en su visión y no en su ego.

En silencio el rendimiento de Sánchez tiene una efectividad superior al 80%, por arriba de Anselmi con un 63% o del 57% de Juan Reynoso, el último entrenador que los hizo campeones.

Desde que se retiró como futbolista, el técnico tenía clara su meta: ser formador y dirigir en primera división, y esta claridad lo ha llevado a guiar su vida y a su equipo con valores. Aunque aún no se habla de su continuidad más allá del Clausura 2025 y su juego defensivo y poco arriesgado no sea del agrado de muchos, Sánchez ha logrado construir un equipo competitivo con base en trabajo diario, disciplina y paciencia.

En tiempos donde lo inmediato se premia y lo espectacular se exige, la historia de Vicente Sánchez nos recuerda tres grandes verdades del liderazgo:

1. Todo gran proyecto comienza con los cimientos: actitud, disciplina y trabajo diario.

2. El líder resiliente no responde a la crítica con ruido, sino con acción y coherencia.

3. La perseverancia con rumbo transforma cualquier título temporal en una posición de legado.

Vicente Sánchez no solo está entrenando un equipo. Está mostrando, en silencio, cómo se construyen los verdaderos líderes.