Arranca la Liguilla, nadie se imaginó que en Cuartos de Final se daría el Clásico Nacional; menos, que sería un duelo entre el cuarto y quinto lugar. Imposible no recordar lo que la visita del América al Estadio Chivas arrojó. Muchos creíamos que de perder los rojiblancos, Vergara tomaría de nuevo la decisión de irrumpir un proceso.
Al menos su servidor no lo hubiera cuestionado, se jugaba la Fecha 10 y pese a las claras intenciones de Almeyda, el equipo no había podido ganar. Producto de la buena imagen que dejó su equipo, Jorge apeló a una virtud trascendental, pero que nunca lo ha distinguido: la paciencia. Hoy los resultados le dan la razón y convierten a su equipo en protagonista.
A Matías debemos reconocerle su gran trabajo, es cierto que el encontrarse con una versión nunca antes vista del dueño le favoreció; sin embargo, el jamás atentar contra su idea, y siempre, en cualquier cancha, respetarla buscando ganar, se agradece.
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