Al resurgir de Chivas lo precede un profundo respeto de Matías Almeyda a sus ideales. En la actualidad, resulta complicado encontrar técnicos que ante la adversidad sean capaces de mantener intacta su concepción del juego.
Muchos, entre los cuales por supuesto me incluyo, juzgamos a Matías; juicios emitidos con sustento, ya que el andar de su equipo era incierto y poco alentador. Él, sin embargo, se mantuvo estoico y hoy cosecha lo que con tanta convicción sembró.
A todo lo anterior, debemos agregar la paciencia que por fin tuvo Jorge Vergara, la historia del propietario del Rebaño nos obligaba a pensar que las horas de su actual entrenador estaban contadas. Algo apreció Jorge, quien en conjunto con su actual directiva tomó la mejor decisión de los últimos años.
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