Ilusión pura la que genera el saber que se enfrentarán dos técnicos que priorizan el buen juego y pretenden siempre buscar el arco rival.
Almeyda pronto sedujo y convenció a todos, el cambio con respecto a la idea de su antecesor, fue evidente; la intención es clara, sin embargo, la ejecución vino de más a menos.
Hoy Chivas mantiene su filosofía, la respeta e intenta ejecutar en cualquier cancha; la afición lo valora y agradece, pero está claro, de nada servirá si no lo rubrican con victorias.
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