La Liga mexicana de futbol no es diferente a la de otros en su dependencia a los recursos que aporta la transmisión por televisión de sus partidos. Pero sí es de las pocas con nula autonomía y poder de decisión a la hora de ejercer sus mismos estatutos o implementar medidas directas a los miembros de la misma.
Miles de mensajes se han enviado a últimas fechas respecto a su dependencia al pantalón largo de quien la forma, es decir, los dueños de los equipos, dueños del balón y del futbol.
A últimas semanas se han comenzado a enviar ‘las palomas’ con destinatario indefinido, que buscan ser escuchadas y analizadas. La primera fue la de Grupo Pachuca, quien mandó un mensaje claro al no dejarse de imposiciones y una oferta barata a cambio de lo que ofrecía y tenía, situación que fue bien escuchada, pero no bien vista. Incluso, se ganó por varios meses, un desencanto en la mesa principal de la FMF.
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