Ronaldinho, 35 años, es posible que se vaya a China a promocionar el futbol como lo hizo Pelé en los Estados Unidos. El brasileño ha sido, y sigue siendo, la sonrisa del futbol. Es una marca espectacular y entrañable, vinculada al futbol del Barça, del Milan, de la selección de Brasil y su Liga, de su paso
por Querétaro o el Barcelona de Guayaquil. Fue el mejor futbolista del mundo. Messi tomó su relevo.
El crack brasileño fichó en 2003 con el Barcelona y en su segundo partido ante el Sevilla, que empezó a las 12 de la noche en el Camp Nou, marcó un golazo que fue detectado por los sismógrafos como ‘un temblor’, al desatarse la euforia entre los 80 mil 237 espectadores que a la 1 hora 26 minutos de la madrugada celebraron estruendosamente aquel maravilloso tanto.
El Observatorio Fabra, situado en la montaña del Tibidabo en Barcelona, captó en sus instrumentos de medición una perturbación puntual en ese momento. ‘Terremoto Ronaldinho’ fue el título que se pudo leer en alguna publicación después de aquella explosión de alegría.
Si quieres leer la columna completa adquiere tu RÉCORD en tu puesto de periódicos o suscríbete a la edición digital dando clic en la imagen de abajo.
