La huella del 0-4

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Opiniones, análisis y puntos de vista de los principales columnistas deportivos de RÉCORD. Entérate de lo que piensan los expertos del futbol mexicano y más.

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La goleada del Barça en el Bernabéu (0-4)  fue determinante. Los aficionados del Madrid ya no vieron a Rafa Benítez con los mismos ojos. Los jugadores empezaron a mirar hacia el banquillo. Aquella goleada dejó muy herido a un técnico que no ha sabido sacar ventaja de los empates del Barcelona en Liga. Florentino se ha cargado su último proyecto. Apenas un mes y 15 días después del 0-4, Benítez ha dejado de ser entrenador del Real.

El técnico nunca ha engañado a nadie. Siempre ha jugado de forma parecida. Lo hizo en el Valencia, con el que enlazó éxitos como en el Liverpool, no tanto en el Chelsea y en el Nápoles, pero llegaba a Madrid para sacar rendimiento a una gran plantilla que se había acomodado con Carlo Ancelotti. Los futbolistas preferían al italiano. Y en el Madrid, hasta el reinado de Florentino, siempre habían mandado los jugadores.

Más físico
El presidente del Madrid destituyó a Ancelotti, a pesar de haber ganado la Décima, porque en la lista de los equipos UEFA, el Madrid no estaba entre los primeros en el ranking de las estadísticas que señalaban la intensidad o el físico. La dirigencia blanca entendió que el equipo necesitaba más caña y que ‘Carletto’ había dado excesiva manga ancha a los futbolistas.

Benítez no había hecho una temporada sensacional en un Nápoles en el que indicó que se ficharan a exjugadores blancos como Higuaín, Albiol, o Callejón. Pero el futbol de Benítez siempre fue más un 4-4-2 que un 4-3-3. Uno de sus jugadores clave en los primeros partidos con el Madrid fue el mediocentro Casemiro, que se convirtió un poco en el símbolo de futbolista que quería Benítez, poco dado a alabar a Cristiano y muy estricto en la alineación de James. Los jugadores vivían mejor con Ancelotti, defendían más con Benítez, pero el vestuario no estaba especialmente a gusto con el nuevo técnico.

La BBC
Benítez acabó alineando  a la BBC (Benzema, Bale y Cristiano) la delantera galáctica de Florentino. Le faltó, eso sí, dar más minutos a James, el colombiano que fichó el presidente por ser máximo goleador del Mundial. Dicen que el nombre de Benítez lo puso sobre la mesa el director general del Madrid, José Ángel Sánchez. Todo el mundo sabía lo que podía aportar Benítez. Sus equipos son ofensivos, pero siempre se han empezado a pensar por detrás. Una de las mejores bazas de Benítez en el inicio de su etapa era que el equipo encajaba pocos goles. Ese argumento también se vino abajo con el 0-4.

En ningún momento ha dado la sensación de que Benítez se sintiera cómodo con una alineación con la BBC más James, precisamente la que alineó en el Bernabéu ante el Barça de Neymar, Suárez y finalmente Messi. Aquel día pareció que Benítez había hecho caso a los pesos pesados del vestuario. Casemiro, su jugador-insignia hasta aquel momento no jugó ni un solo minuto.

Valencia
El Madrid no hizo un mal partido en Valencia, pero acabó empatando un encuentro que tenía prácticamente ganado y hasta pudo perderlo de no ser que Negredo, exjugador blanco, fallara al final un gol no especialmente difícil.  Pero otra vez, los blancos fueron incapaces de aprovechar el pinchazo del Barcelona en Cornellà. El Atlético se acabó colocando líder, dejando al club de Florentino, a cuatro puntos de distancia. Otra oportunidad perdida, con los rojiblancos primeros y el Barça por encima con un partido menos,  visualizaba un fracaso deportivo.

Pero además, Benítez no ha sido capaz de tener a su favor el bando mediático, ni a los aficionados del Bernabéu, que han acabado por pedir su dimisión y la de Florentino, quien ha visto que mantener al técnico después del empate de Valencia, con dos partidos en el Bernabéu en el horizonte, era un mal negocio.  

Otro proyecto de Florentino se ha ido a pique.  Benítez no ha sido capaz de dotar al Madrid de mayor intensidad, de ganarse el vestuario o de entusiasmar al público. Ha acabado por hacer una alineación en la que creía poco y utilizando un sistema impropio con su historial como entrenador. Hasta ha defendido el proyecto de Florentino alimentando la existencia de una campaña en su contra en unas declaraciones que acabaron por romper el cordón umbilical, si lo había, con un sector de prensa. Benítez no ha tenido quien le quisiera en el Madrid.